PONTEVEDRA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) –

Un joven de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra) ha aceptado una condena de siete años de internamiento en un centro psiquiátrico por un intento de homicidio cometido contra su tío, al que clavó una navaja en el cuello.

El juicio, señalado para este martes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, se ha resuelto mediante un acuerdo de conformidad en virtud del cual el acusado ha reconocido los hechos a cambio de una rebaja en la petición de penas.

Fiscalía solicitaba inicialmente nueve años y medio de internamiento por un delito leve de daños y otro de homicidio en grado de tentativa por unos hechos ocurridos en agosto de 2021, cuando el ahora condenado agredió a su tío.

Acuerdo

Después de que las partes alcanzasen un acuerdo la condena se rebajó en dos años y medio. El acusado padece esquizofrenia paranoide y dependencia politóxica, unas patologías que le provocaron alteración de sus capacidades intelectivas y volitivas en relación con los hechos objeto de este procedimiento, por lo que concurre la eximente de alteración psíquica.

Según el relato del escrito de acusación de la Fiscalía, en la madrugada del 19 de agosto de 2021, el procesado le pinchó las ruedas y causó desperfectos en dos vehículos que se encontraban estacionados en un pequeño descampado próximo a la vivienda de su tío que, además, era dueño de uno de los coches.

Media hora más tarde, continúa Fiscalía, se presentó en la vivienda de su tío, "con quien había mantenido graves enfrentamientos familiares", con la intención de acabar con su vida, "como había manifestado en anteriores ocasiones".

Fracturó varios cristales y rompió la puerta para poder entrar en la vivienda. Una vez en el interior, hizo lo mismo con la puerta del dormitorio en el que se había refugiado su tío para intentar evitar la agresión.

El acusado asestó en el cuello un golpe a su tío, "clavándole una navaja multiusos u otro objeto punzante que portaba". Como consecuencia de los hechos, el familiar sufrió una herida penetrante, por lo que necesitó asistencia sanitaria con la colocación de puntos de sutura, sin posterior tratamiento médico o quirúrgico.

Desde el 23 de agosto de 2021 el acusado permanecía en situación de prisión provisional pero a partir de ahora cumplirá su condena en un centro terapéutico. La sentencia es firme y contra ella no cabe recurso.