Los cuatro hombres acusados de asaltar en el aparcamiento de la zona de A Lanzada a un hombre, retenerlo durante unas horas para sustraerle el dinero de su tarjeta y pedir un rescate han admitido la autoría de estos hechos y han aceptado la imposición de una condena pactada con la Fiscalía.
Junto a la atenuante de confesión, la representante del Ministerio Público ha tenido en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas pues este caso viene del año 2017. Además, hace varios meses que la víctima se retiró de la causa como acusación particular.
Por el delito de detención ilegal a los cuatro acusados se les impone una pena de dos años de cárcel, por el de robo con intimidación se le impone un año y por el delito de estafa se les condena a un mes de multa. En concepto de responsabilidad civil deberán pagar a la víctima la cantidad de 2.080 euros.
Para uno de los procesados, considerado como cómplice, la ejecución de la pena queda suspendida por espacio de dos años con la condición de que no vuelva a delinquir durante ese espacio de tiempo. Igual para el resto de procesados, pero en este caso se les exige el pago de una sanción económica.
Inicialmente, el Ministerio Público pedía cinco años de cárcel por detención ilegal y otros cinco por robo con intimidación.
La sección segunda de la Audiencia Provincial de Pontevedra dictará sentencia en las condiciones acordadas por las partes y ésta será firme, y contra ella no cabrá la interposición de recursos.
Hechos probados
En virtud de este acuerdo se declaran hechos probados que, en la noche del 7 de junio de 2017, los procesados "con el ánimo de obtener un inmediato enriquecimiento patrimonial" se pusieron de acuerdo para secuestrar a un joven que estaba haciendo deporte en el entorno de la playa de A Lanzada.
Allí, observaron a un hombre en un vehículo y se "abalanzaron sobre él mientras le exigían que les entregase la cartera, que contenía 240 euros, su teléfono móvil, así como el número PIN de su tarjeta bancaria". En el escrito de acusación de la Fiscalía se relataba que "la víctima, amedrentada por los golpes y las expresiones que le proferían, accedió a darles el número PIN de su tarjeta".
Tras ello y "con el propósito de privarle de su libertad ambulatoria, le ordenaron que se moviese hacia el asiento del copiloto" y le obligaron a "agachar la cabeza al tiempo que le acercaron a la nuca un instrumento no identificado".
"Durante un tiempo mínimo de una media hora, entre las 23:30 y las 00:30 horas de la madrugada del 8 de junio de 2017, procedieron a intentar retirar diferentes cuantías en efectivo con la tarjeta de la víctima" para obtener 200 y 140 euros.
Sin embargo, ante la imposibilidad de retirar más efectivo, golpearon al hombre y le exigieron que se "buscase la vida" para facilitarles más dinero. En este momento, la Fiscalía apunta que la víctima acordó la entrega de 1.500 euros en efectivo, contactando para tal fin con su familia, que le llevó el dinero a un establecimiento situado en Noalla, Sanxenxo. Tras ello, atemorizaron al hombre y abandonaron el lugar.