En el municipio ourensano de A Rúa se ha restringido el uso de agua del grifo tras detectarse un brote de gastroenteritis entre los vecinos, que ha afectado a tres cuartas partes de la localidad. Según informaba la alcaldesa, María González Albert, a Europa Press la decisión se tomó después de detectarse niveles altos de contaminación en un deposito de agua secundario.

En concreto, la Conselleria de Sanidade ha informado que se detectó contaminación microbiológica por presencia de coliformes y E. Coli. Por este motivo se restringió el uso del agua hasta que no se lleve a cabo la limpieza y desinfección del depósito afectado, de la red de abastecimiento y se verifique, mediante analísticas, que la situación vuelve a la normalidad.

"Mientras no se registren los valores adecuados para el consumo, no se podrá utilizar el agua del grifo ni para su ingesta ni para la preparación de alimentos ni para la higiene bucodental. Sí se podrá seguir empleando para la higiene personal y para la limpieza doméstica", indicaban desde Sanidad.

Por su parte, la alcaldesa ha informado de que ya se están llevando a cabo las tareas de limpieza y que el agua que baja "empieza a estar bien", aunque habrá que esperar a los resultados de los análisis para que se pueda retomar su consumo.