El consumo de agua del grifo continúa restringido en el municipio ourensano de A Rúa tras detectarse una nueva bacteria, después de las labores de limpieza realizadas al registrarse a principios de mes un brote de gastroenteritis entre los vecinos.

En declaraciones a Europa Press, la alcaldesa de la localidad, María González Albert, ha explicado que se han tenido que "ampliar las restricciones" toda vez que, aunque las bacterias detectadas la pasada semana ya no aparecen, se ha detectado una distinta.

Ante ello, la regidora ha explicado que el Concello mantuvo una reunión con Sanidade en la que se decidió, de forma conjunta, hacer una nueva desinfección "de choque" y una "hipercloración" que se está llevando a cabo este fin de semana. Tras ello, el próximo martes se repetirán las analíticas para comprobar si el agua es apta para el consumo.

Preguntada sobre el posible origen de esta nueva bacteria, González Albert ha explicado que los técnicos indicaron que después de las labores de desinfección realizadas con motivo del gastroenteritis es habitual que se puedan soltar partículas impregnadas en las paredes de los depósitos que "hasta ahora no aparecían" en las analíticas. Por ello, ha explicado que se procederá a la citada desinfección de choque y a la hipercloración.

Estas restricciones no afectan al municipio en su totalidad, ya que hay una zona, la de A Rúa Vella, independizada. Precisamente por ello, el Concello habilitó dos fuentes para que los vecinos que así lo deseen puedan recoger agua.