Dicen que no todos los héroes llevan capa y, en esta historia ourensana, van de verde. Y es que un equipo perteneciente a Investigación de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico logró salvarle la vida a un neonato de apenas diez días de vida que, según fuentes del instituto armado, había entrado en parada cardiorrespiratoria.
Todo ocurrió al filo de la media noche de ayer, cuando, a la altura del Jardín del Posío, los agentes se vieron alertados por los gritos de auxilio procedentes de un vehículo Peugeot 5008, del que se bajó una mujer que sostenía un bebé recién nacido, "inerte, sin constantes vitales y en aparente parada cardiorrespiratoria", según las mismas fuentes.
La Guardia Civil inició una rápida intervención verificando, en primera instancia, si el bebé tenía las vías aéreas obstruidas. A continuación, procedieron a practicarle las correspondientes maniobras de reanimación, hasta que el bebé recuperó el pulso y la respiración y, como consecuencia, se estabilizó.
Fueron también los propios agentes los que trasladaron a la madre y a su hijo al servicio de urgencias del CHUO. Allí el bebé quedó ingresado y en observación.
Desde la Guardia Civil de Ourense afirmaron que "la rápida actuación de los agentes fue determinante para que una situación, a priori con posibilidad de un desenlace fatídico, tuviese un pronóstico feliz para el afligido". Haber logrado lo anterior supone, para el cuerpo, cumplir con "una de las premisas básicas de toda actuación del Cuerpo de la Guardia Civil desde su fundación".