Vigo y Galicia ya miran con impaciencia el calendario para las próximas 20 semanas. Y es que además de un posible regreso a la normalidad pre-pandémica, el 2 de septiembre la ciudad olívica estrenará el flamante Vialia Vigo, aunque su parte ferroviaria lleva en marcha desde el 29 de marzo.

Se trata de un complejo de 120.000 metros cuadrados -tres veces y media el Estadio de Balaídos, por utilizar una medida universal- que incluirá las estaciones de tren y autobús, un centro comercial, cines y una conexión directa con la Autopista del Atlántico. Pero el Vialia supondrá además el mayor hito urbanístico de la ciudad desde comienzos de siglo.

Esta misma semana, Alberto Núñez Feijóo y Abel Caballero visitaban juntos las obras de la estación intermodal y recalcar que supondrá un "antes y un después". Curiosamente, la nueva Praza da Estación dará la bienvenida a los viajeros con la fachada original de la primera terminal de ferrocarril de la ciudad, inaugurada en 1881 y sustituida por el propio Caballero cuando era Ministro de Transportes en los 80.

La terminal deseada por cualquier ciudad gallega

Han pasado 13 años desde que Thom Mayne fuera el elegido para construir la conocida como "estación del AVE". En una época en la que todas las ciudades buscaban su ‘Efecto Guggenheim’, Vigo apostó por él americano para diseñar algo aún mayor, ya que en 2005 había ganado el Premio Pritzker, considerado el Nobel de la arquitectura.

Mientras Ourense hacía lo propio con el británico Sir Norman Foster; en Coruña se presentaban nombres como Rafael Moneo o el gallego César Portela. Incluso Santiago, en plena resaca de la Cidade da Cultura de Peter Eisenmann, confió a Juan Herreros el diseño del nuevo nodo central de Galicia. Sin embargo, la gran mayoría de estos proyectos se vieron recortados o aplazados por razones políticas y económicas.

Un centro comercial necesario para la ciudad y a menos de una hora del Eje Atlántico

Desde el año 2009 solamente se han inaugurado en Vigo dos pequeños centros comerciales en Pizarro y Aragón. Por ello, multitud de marcas han ido posponiendo su desembarco en la ciudad a la espera de la construcción de un suelo comercial adecuado: Primark, FNAC, Muerde la Pasta…todas ellas no estarían presentes en la ciudad sin él.

Además de un nuevo polo que creará más de 1.500 puestos de trabajo, formará toda una "milla de oro" junto con las calles Príncipe y Urzáiz, en un eje que se prolonga hasta el mar por el Casco Vello. El modelo contrasta así con los clásicos centros comerciales americanos, ubicados a las afueras de la ciudad y donde el coche es indispensable. A Vialia se podrá llegar andando, bicicleta, Vitrasa, tren o autobús.

El concepto de estación dentro de un centro comercial es aún visto con recelo en España, pero en Galicia ya está implantado en Pontevedra desde el año 2000, además de Bilbao o Málaga. Si miramos hacia Europa, la Gare de l’Est parisina o la estación central de Berlín. Si en las navidades de 2019 era habitual que Renfe tuviera que reforzar los servicios para ver las luces viguesas, podría producirse un desembarco mayor aún desde Pontevedra (13 min), el Salnés (29 min) o Santiago (50 minutos). Unos tiempos imbatibles para el vehículo privado.

"Un barco" que servirá para coser la ciudad

Coronando la inmensa estructura se encontrará una plaza de 23.000 metros cuadrados, más grande que la Alameda o el Paseo de As Avenidas. Según el alcalde, quien lo ha comparado con "un gran barco atracado a la ciudad"; servirá para "revitalizar la zona y su comercio" gracias a sus fuentes, bancos y jardines. Además, servirá de punto de partida de la Vía Verde de 4 kilómetros que recorre el antiguo trazado ferroviario en superficie hasta Redondela.

Una de las iniciativas más importantes para lograrlo es el ascensor HALO, que salvará los 45 metros de desnivel entre Vía Norte y García Barbón. Estas dos céntricas calles están a solo 200 metros, pero la entrada de la AP-9 en la ciudad y la estación de ferrocarril impidieron durante décadas su comunicación. Y es que pese a las dudas iniciales con el Vigo Vertical, parece que este tipo de proyectos son el futuro en la movilidad urbana.

¿Qué ocurrirá con las estaciones de Guixar y la Avenida de Madrid?

Pese a la moderna terminal de Urzáiz, los vigueses continuarán conviviendo con otra estación de ferrocarril. Vigo-Guixar, inaugurada en 2011 de forma "provisional", seguirá acogiendo los trenes de Larga Distancia o hacia Portugal mientras no se construya la Salida Sur de la ciudad.

Además, los 8’5 kilómetros de los túneles de acceso impiden la llegada de locomotoras diésel al Vialia, por lo que los regionales también se mantendrán en Guixar. Se ha demandado la creación de una línea de Cercanías desde la Calle Areal hacia Redondela y Pontevedra, pero no existe ninguna propuesta firme.

Por su parte, la Xunta anunciaba en 2020 que la actual estación de autobuses de la Avenida de Madrid pasaría a convertirse en un centro de día para mayores y una guardería. Además, la zona sufrirá un necesario lavado de cara; ya que la modernista estructura inaugurada en 1989 mudará su piel al blanco.

La estación, en datos:

• Arquitecto: Thom Mayne (Morphosis; Premio Pritzker 2005)
• Coste total: 168’4 millones
  • Complejo comercial: 85 millones (Ceetrus, a cambio de la explotación por 50 años)
  • Parte ferroviaria: 44 millones (ADIF)
  • Accesos: 21’4 millones (ADIF 68%, Xunta 16% y Concello 16%)
  • Estación de autobuses: 18 millones (Xunta)
• Puesta en funcionamiento:
  • Primera terminal (Praza da Estación) : 18 de abril de 2015
  • Segunda terminal (Vía Norte): 22 de marzo 2021
  • Centro comercial: 2 de septiembre de 2021 (previsto)
  • Estación de autobuses: Finales de 2021 (previsto)
  • Nuevos accesos: Marzo-abril de 2022 (previsto)