La prospección arqueológica realizada en el yacimiento de A Lanzada el pasado mes de abril por la Diputación de Pontevedra acercó resultados que, en palabras de la presidenta, Carmela Silva, hay que calificar cómo "espectaculares".
Los datos revelan que el asentamiento existente bajo tierra ocupa más de 20.000 metros cuadrados, lo que supone casi 10 veces más que los apenas 2.500 metros cuadrados excavados durante las campañas realizadas en los años 2010 y 2016-2017. El yacimiento se prolonga entre la punta de A Lanzada (desde la capilla) hasta la urbanización próxima, pasando por debajo de la carretera autonómica PO-308.
A la luz de estos descubrimientos, desde la Diputación también han destacado la utilidad de nuevas tecnologías como los dos tipos de radares utilizados para perimetrar y observar el asentamiento. Rafael Rodríguez, arqueólogo provincial, explicó que es tal el volumen de datos acercados por los equipos de georradar y radar magnético que fueron precisos tres meses de trabajo en el laboratorio para ordenarlos e interpretarlos. Explicó que, al estar en un terreno arenoso, el georradar aportación buena información, pero al haberlo complementado con las aportaciones del gradiómetro (radar de tecnología magnética) se alcanza un nivel de interpretación más fino, determinando entre otras cosas las estructuras en las que se utilizaba fuego.
Una superficie equivalente a la playa de Silgar
Gracias la esta nueva campaña de prospecciones impulsada por la Diputación, se sabe que el yacimiento tiene una superficie equivalente a la playa de Silgar, mayor del que se pensaba, pero, con todo, sus características más singulares son su densidad de ocupación y su complejidad. Rafael Rodríguez explicó que se detectaron un total de 107 "anomalías", es decir, evidencias de construcciones pétreas circulares, rectangulares o lineales, que testimonian la existencia de viviendas (en torno a un 80%) o instalaciones productivas como una sala, de la que ya se sabía, pero también de una salina mucho mayor de lo que se pensaba. También hay posibles datos sobre hornos y hasta de un posible crematorio.
El informe técnico apunta, además, a la existencia de una estructura que podría corresponderse con un hoyo defensivo, superado por el crecimiento del asentamiento, dato que también obligaría a revisar las creencias sobre el yacimiento de A Lanzada. Finalmente, destacó el arqueólogo, se ha podido confirmar la complejidad de este lugar. Los distintos niveles a los que se sitúan las construcciones, muchas de ellas superpuestas, desde casi la superficie hasta los 2,2 metros, dan nuevas y valiosas pistas sobre la evolución histórica.
La zona de A Lanzada estuvo habitada desde el siglo VIII antes de Cristo (antes del período castreño) hasta la Edad Media. Rafael Rodríguez indicó que estos nuevos datos acercados por el georradar y el radar magnético no hacen más que confirmarlo. "Es un yacimiento brutal, impresionante por su arqueología", destacó.