La recuperación del Camiño Real entre Moaña y Cangas es ya una realidad. El proyecto, en el que la Diputación de Pontevedra invirtió 575.000 euros, ha logrado recuperar el espacio público y convertir la heterogénea red de vías urbanas entre ambas localidades en el espacio peatonal y ciclista más largo de Galicia.
El Camiño Real nació con el objetivo de interconectar Cangas y Moaña de manera segura y sostenible, recuperando la principal vía de comunicación entre los núcleos primigenios de las villas a través de un recorrido de 5,3 kilómetros. En los casi 3 kilómetros que transcurren por Moaña, se ha creado una infraestructura segura con velocidad limitada a 20 kilómetros por hora, una plataforma única y espacio reservado para los peatones a través de una banda de color azul que los separa de los vehículos.
La pionera actuación incluye la creación de plazas y espacios de ocio y nuevo mobiliario urbano, como bancos, fuentes, papeleras, pérgolas y aparcamientos para bicicletas. El resultado final es totalmente inclusivo, con perspectiva de género, de atención a la infancia y para la integración del os colectivos con diversidades funcionales.
Este ejemplo del nuevo modelo de movilidad, que busca dar protección a los más jóvenes fomentando su autonomía y el respeto por la naturaleza, nace del acuerdo entre los concellos de Moaña y Cangas.