La Diputación de Pontevedra viene de adjudicar el nuevo contrato del Servicio de Teleasistencia Domiciliaria, que trabaja en la actualidad en 46 ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes de la provincia con los que existe convenio.
Este nuevo contrato pone el foco en seguir modernizando la tecnología del servicio, el fin de ampliarlo y hacerlo más avanzado en su cobertura para dar mayor tranquilidad a las personas usuarias y permitir de este modo que puedan permanecer en su entorno. La inversión para el servicio alcanza cerca de 600.000 euros por dos años iniciales y puede dar cobertura hasta a 1.000 personas usuarias.
La Teleasistencia Domiciliaria es un servicio preventivo de ayuda a las personas que viven solas o pasan gran parte del día en soledad; personas con edad avanzada, diversidad funcional, aislamiento social, enfermedad, o situación de riesgo psicosocial o físico, que precisan atención continuada.
Con esta prestación, pueden continuar viviendo en su domicilio con tranquilidad y seguridad ya que con solo pulsar un botón se da respuesta inmediata a las situaciones de emergencia en el hogar, 24 horas al día y 365 días al año, movilizando los recursos necesarios para dar solución a las situaciones de emergencia.
El nuevo contrato del servicio traerá consigo mejoras en las prestaciones, entre ellas el aumento del número de dispositivos periféricos para alertar de situaciones de riesgo para las personas usuarias, como son los detectores de monóxido de carbono, de gas, detectores de caída mediante sensores, de movilidad, UCR (Unidades de Control Remoto) con mayor superficie para facilitar el uso a personas con artrosis, sensores de inundación, de temperatura, alarma de puerta o dispensadores de medicación, que vienen a completar un servicio básico para las personas mayores y/o con diversidad funcional en la provincia.
Estos dispositivos van conectados al terminal y envían aviso a la central de manera inmediata lo que hace posible el envío de recursos de la manera más rápida posible. Además, el servicio continuará con la adaptación a las nuevas necesidades de las personas usuarias con motivo de la Covid, con especial énfasis en las situaciones que requieren un más estrecho seguimiento y unas medidas de seguridad y sanitarias adicionales.
Se incluyen desde los protocolos de entrada de los y de las técnicos y trabajadoras y trabajadores sociales al domicilio, uso de Epis, o el procedimiento de solicitud, que se agilizó con los ayuntamientos para paliar dificultad que tienen las personas usuarias para conseguir informes médicos por la pandemia. Se mejorará asimismo el proceso de seguimiento de las personas confinadas o con Covid, para paliar situaciones de angustia e inseguridad, y también se organizará la entrega de alimentos y medicación, en coordinación con los Servicios Sociales Comunitarios Municipales.
Aunque el servicio puede cubrir hasta 1.000 personas usuarias, en la actualidad son 668, la grande mayoría mujeres y que viven solas y en el rural. Este servicio permite que las personas estén seguras, conectadas a sus familiares y a los recursos sociales y asistenciales de su contorno, y la Diputación busca potenciar la utilización de este servicio como fórmula para evitar institucionalizaciones innecesarias, de manera que las personas mayores permanezcan el mayor tiempo posible en su entorno.
Para los casos de especial vulnerabilidad el servicio dispone de unas UCR (unidades de control remoto) con detector de movimiento, que envían una alarma en caso de que no detecte movimiento del usuario en 12 horas. El servicio implantó asimismo un programa de prevención de suicidios para detectar situaciones que requieran una intervención rápida con profesionales especializados.