En el estanco-librería Rozabales, en Aldán (Pontevedra), esta mañana solo hay sonrisas. Todavía no ha aparecido la persona afortunada que compró el boleto premiado de la Bonoloto, con una cifra que asciende nada más y nada menos que a los cuatro millones de euros. Así lo cuenta la dueña del establecimiento, Chelo Millán.

El boleto se selló en Rozabales y ha adelantado la suerte de la lotería de Navidad. "Busco siempre la suerte, en la vida hay que ser positivos, humildes y agradecidos, porque al final eso se devuelve", reflexiona con emoción Millán.

Mientras no se persona en el lugar el afortunado, las mujeres que regentan Rozabales celebran la noticia y rememoran otro premio millonario que entregaron hace años. Fue en 2014, como cuenta Chelo Millán, cuando repartieron 1.710.000 euros en lotería.