El Juzgado de lo Penal número 3 de Vigo ha acogido este miércoles la vista por un accidente de tráfico en el que un conductor causó la muerte a su acompañante al estrellarse contra un muro en noviembre de 2021. El acusado, que tenía 20 años en el momento del accidente y era conductor novel, ha aceptado dos años de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave, al causar el fallecimiento de una joven de 18 años.
Pese a que Fiscalía solicitaba en un primer momento tres años de cárcel para el varón, por un delito de conducción a velocidad excesiva y un delito de homicidio por imprudencia grave, finalmente las partes llegaron a un acuerdo para que fuese condenado a dos años solo por el último de dichos delitos. Sin embargo, se solicitó la suspensión de la pena siempre que no cometa un delito similar en los próximos cuatro años, ya que el hombre no tiene antecedentes penales al respecto. Además, el acusado ha aceptado una pena de cuatro años de privación de conducir vehículos a motor o ciclomotores.
En la sesión no hubo conformidad en el apartado civil, ya que no se llegó a un acuerdo sobre el baremo a aplicar en las cuantías a percibir por la familia de la víctima, que en un principio ascendía a unos 175.000 euros. El caso ha quedado visto para sentencia.
Accidente
Según el escrito de acusación pública, el día de los hechos el acusado conducía su coche en sentido descendente por la calle Regoufe en Candeán. Se trata de una vía de doble sentido, en la que no se especificaba la velocidad máxima, pero el conductor circulaba a más de 97 kilómetros por hora.
La Fiscalía señala que, al salir de una curva, el chico vio que, en el cruce con la calle Rabadeira, había un contenedor metálico con un volquete de obra, estacionado de manera que ocupaba parte del carril de circulación. Ante ese obstáculo, realizó un giro brusco y pisó el freno, debido a su inexperiencia como conductor (tenía el carné desde hacía 9 meses).
El coche comenzó a girar sobre su eje y derrapó de forma descontrolada a largo de varias decenas de metros, chocando primero contra la base de cemento de un elemento de alumbrado y rebotando luego para empotrarse en un muro de cierre de granito.
Como consecuencia del gran impacto, la estructura metálica del lado derecho delantero del coche se introdujo en el vehículo, golpeando en la cabeza a la chica que viajaba con él como acompañante. Debido a las gravísimas lesiones que sufrió la joven, acabó falleciendo días después en el hospital.