El caso Déborah dio ayer un nuevo paso con la declaración de la lingüista forense Sheila Queralt, quien declaró por videoconferencia ante la jueza de Tui (Pontevedra). Según ha informado Europa Press, la experta ha ratificado el informe que se elaboró a petición de la familia de la joven viguesa fallecida en 2002 en el que se establece que el único investigado en la causa, el exnovio de la joven, pudo "faltar a la verdad" en su declaración como investigado, en la que se declaró inocente.

La perito explica que la lingüística forense no es una ciencia exacta, por lo que el informe no es concluyente, aunque sí puede aportar ciertos indicios. Además, Queralt ha aconsejado la realización de una pericia de lenguaje no verbal por parte de perfiladores criminalísticos expertos con los que cuentan algunos cuerpos de seguridad del Estado.

Según explicó en su día Sheila Queralt a Europa Press, para elaborar este tipo de informes se analizan diversos parámetros y aspectos del lenguaje y la producción verbal. Por ejemplo, el tipo de palabras que se utilizan, cómo se pronuncian o cómo se estructuran las frases, entre otros aspectos.

En el caso de la declaración de Pablo P.S.L., el único investigado en este caso, se han estudiado el tipo de preguntas y las respuestas dadas, para analizar si aparecen "ciertos rasgos" que, tal y como se ha reflejado en estudios científicos previos, denotan que una persona está "faltando a la verdad". "Nosotros no podemos decir rotundamente si una persona está mintiendo, pero sí detectar esos rasgos indicativos que apuntan que podría estar faltando a la verdad", ha matizado.

Al respecto de las manifestaciones del exnovio de Déborah, esta experta ha señalado que su análisis pone de manifiesto la presencia de esos rasgos (repeticiones, evasivas, uso de palabras absolutas como ‘nunca’, ‘jamás’ o ‘nadie’), que indicarían un "intento de ocultar la verdad". Esas señales han sido detectadas en aspectos concretos de su declaración, como aquellos referidos a la finalización de su relación de pareja con la víctima; en su explicación de por qué llegó tarde a un partido de fútbol el día que la joven desapareció; o al ser preguntado directamente si le hizo daño a Déborah o si la mató.