Agentes del Servicio de Guardacostas y también de la Policía Autonómica de Pontevedra interceptaron en uno de los almacenes del muelle de Bueu (Pontevedra) un total de 80 kilos de pulpo cogelado de tamaño inferior al reglamentario para ser capturado -se establecería en un kilo por pieza y cada una de las requisadas pesaba una media de 0,677 kilos-.
Tal y como informaron desde la Consellería de Vicepresidencia, el producto no disponía tampoco de la documentación precisa para amparar su rastreabilidad. Las piezas -un total de 118 pulpos- se localizaron en un arcón congelador. Todas ellas sumaban en total 80 kilos y estaban distribuidas en 59 bolsas.
La Policía Autonómica, que trabaja de la mano de la Consellería do Mar, propuso al titular del galpón para sanción debido a que, tal y como precisó, los hechos investigados son constitutivos de infracción según la Lei de Pesca de Galicia. Acto seguido, el pulpo requisado fue trasladado a las instalaciones de la lonja de Bueu y, tras constatar que era "apto" para el consumo, se donó al Banco de Alimentos de Pontevedra.