Para protestar por lo que consideran "el desmantelamiento de la compañía", los empleados de la antigua filial de Faurecia, en O Porriño, se concentrarán este miércoles, a partir de las 10:00 horas, delante de las instalaciones, ubicadas en el polígono de As Gándaras.
Los trabajadores lamentan que, tras la venta de la compañía -en enero del pasado año- al fondo Callista Private Equity la situación comenzó a empeorar. En este sentido y según han comunicado a Europa Press fuentes sindicales, "esta adquisición se realizó para desmantelar la factoría y cerrarla". Además, las mismas fuentes aseguraron que la venta se materializó "por un euro", pero que la multinacional francesa pagó "tres millones de euros por detrás" a Callista para "deshacerse" de las instalaciones.
Solo una máquina de la filial de O Porriño está operativa, ya que, también tal y como ha recogido Europa Press, la empresa no tiene cómo pagar a sus empleados -unos cien, que siguen acudiendo a su puesto de trabajo- ni a sus proveedores.
Los sindicatos han defendido, por otro lado, que la marca, dedicada a la fabricación de los interiores de los vehículos; tenía carga de trabajo, sin embargo, no puede seguir operando al no poder pagar a los proveedores.
Del mismo modo, los representantes de los trabajadores también aseguraron que tras una primera venta, a los seis meses se produjo otra venta a un inversor por el mismo precio, un euro. El comprador no se habría hecho responsable de la firma, según denuncian.