El juicio por el alijo de 3,8 toneladas de cocaína del buque MV Karar, con 28 acusados (entre ellos Juan Carlos Santórum, considerado el cabecilla del grupo), cuya continuación se había señalado para este martes, ha quedado aplazado hasta la semana que viene, debido a un problema médico de una de las magistradas del tribunal de la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.
Según han informado fuentes judiciales, la previsión es que la vista pueda reanudarse la próxima semana, tras la celebración de varias jornadas en el mes de abril (y después de dos aplazamientos previos), cuando se presentaron las cuestiones previas y comparecieron ante el tribunal los acusados.
Entre los procesados por este transporte de droga, realizado en abril de 2020 en plena pandemia, están el arousano Juan Carlos Santórum, su hermano y varias personas de su entorno, pero ninguno de ellos quiso declarar, negando haber cometido ningún delito y alegando que preferían ejercer el derecho a la última palabra, al no permitírseles ser interrogados al final del juicio. Otros acusados sí declararon (aunque varios de ellos solo a sus letrados), entre ellos un funcionario de Aduanas y su mujer.
Así, los tripulantes del barco, 14 ciudadanos de Nepal y Bangladesh, reconocieron que, cuando el barco zarpó de Panamá, sabían que iban a recoger un cargamento de cocaína frente a las costas de Colombia para trasladarlo a Galicia. También declaró, cuando llegó su turno, el único español a bordo del barco, el gallego José Manuel B.G., que igualmente admitió que su función era contar los fardos de cocaína y asegurarse de que llegaban todos al punto de alijo.
El resto de los acusados que accedió a declarar (un funcionario de Aduanas y su mujer, un empresario de construcción naval, un arousano que está en prisión por otra causa por narcotráfico, y un ciudadano colombiano vecino de Leganés) negaron su relación con este alijo.
Reanudación de la vista
La próxima semana se reanudarán las sesiones del juicio, con las declaraciones de los testigos, entre los que está el principal testigo policial, un exjefe de Greco que fue detenido a finales de marzo en el marco de un operativo contra el narcotráfico dirigido por un juzgado de Murcia.
Este testigo se encontraba en situación de baja médica cuando empezó el juicio del Karar en abril y, de hecho, varias defensas pidieron la suspensión de la vista hasta que pudiera declarar, algo a lo que no accedió el tribunal. En la última sesión celebrada, la magistrada presidenta avanzaba que ese testigo declarará cuando se reanude la vista si está en disposición de hacerlo, de hecho, estaba citado para este martes.