La colaboración ciudadana permitió a la Guardia Civil interceptar en O Rosal a un hombre de 69 años de edad que reunía en su vivienda decenas de animales en condiciones contrarias a lo dispuesto en la normativa vigente en materia de caza y sanidad animal. 

Concretamente, los agentes localizaron en una finca anexa a dicha vivienda, un zorro en el interior de una jaula que, además, estaba preso por una cadena. También se interceptó un gato doméstico en el interior de otra jaula trampa y un total de tres cuervos, 23 palomas -10 de ellas de raza rula- una paloma torcaz y 11 palomas mensajeras, dos de ellas anilladas.

Según fuentes del Instituto Armado recogidas por Europa Press, en el interior de un galpón también se hallaron 22 gallinas y un pato, y seis pollos para autoconsumo. Igualmente, se detectaron tres conejos adultos en el interior de una jaula conejera y 12 crías para autoconsumo, según manifestó su propietario, así como dos cerdos que, de igual forma que las gallinas, se encontraban en un habitáculo que no reunía las medidas higiénico sanitarias necesarias. 

Liberación al medio natural

En colaboración con el Servicio de Patrimonio Natural de la Xunta, se liberaron al medio 21 palomas domésticas, 12 rulas y una paloma torcaz. Por contra, el zorro y los cuervos fueron derivados al Centro de Recuperación Animal de Cotobade tras ser entregados voluntariamente por el denunciado.

La Guardia Civil destacó que la posesión de piezas de caza vivas o muertas como el zorro intervenido y sin que pueda justificarse su posesión en los períodos hábiles de caza, acarrea una multa de 601 a 6.000 euros para las infracciones graves.

Por último, la tenencia y captura de animales silvestres sin autorización está castigada con multa de 600 a 3.000 euros. Del mismo modo, no mantener las condiciones higiénico-sanitarias de los animales, así como carecer de los registros necesarios puede ser sancionado con multa de 100 a 500 euros.