Finalmente, el acusado de intentar matar a su ex mujer en O Grove en diciembre de 2018 ha reconocido los hechos y aceptado una condena de 12 años de prisión, después de declarar en la primera sesión del juicio que no recordaba nada de lo ocurrido aquel día.

Por ello, la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra ha dejado el juicio visto para sentencia en el que se acusa a José Antonio P.F. de disparar a su ex mujer y atrincherarse en su casa, en la que luego se pegó dos tiros.

Según informa Europa Press, el acusado ha dicho estar dispuesto a asumir una condena de dos años de prisión por el delito de maltrato, nueve meses por el quebrantamiento de condena, ocho años de cárcel por el delito de asesinato con alevosía en grado de tentativa con la agravante de parentesco y la agravante de género, y uno más por la tenencia ilícita de armas. El letrado de la defensa ha pedido al tribunal que tenga en cuenta la atenuante de dilaciones indebidas.

En concepto de responsabilidad civil la acusación particular y la defensa coinciden en que es "suficiente" pedir la entrega a la víctima del piso de la localidad de O Grove donde reside con su hija y que es propiedad del acusado.

Por su parte, la Fiscalía mantiene su petición de 100.000 euros sumando diferentes conceptos como los días de curación de sus heridas que necesitó la víctima, la intervención quirúrgica, las secuelas físicas, el perjuicio estético o el daño moral.

Las partes han renunciado a impugnar toda la prueba documental aportada durante la vista oral.

"Finalizar el calvario"

A la salida del juicio, la víctima, Eva María Afonso, ha valorado lo sucedido en la sala señalando que con este acuerdo "va a finalizar el calvario": "Llegamos a un trato con él. Le quedaron doce años y la indemnización queda por determinar, pero al menos está firme que se queda en prisión".

"Para mí es un alivio saber que no estará más en la calle y que puedo rehacer mi vida", ha destacado en las declaraciones que recoge Europa Press.

Sobre este acuerdo alcanzado, Afonso ha comentado que "satisfecha no", porque si por ella fuese "pediría muchos años más". "Pero quiero que se acabe. Entonces con este trato que se hizo de conformidad queda firme". Además, ha añadido que no quiere "estar cada dos meses viniendo al juzgado".

"Estoy contenta. Por lo menos puedo andar por la calle libre. Gracias a dios. No es justo, pero es o que hay", ha manifestado.