La situación continúa siendo grave en Galicia a causa de los incendios forestales, la mayoría de ellos registrados la pasada madrugada tras la tormenta eléctrica. Esta mañana, Medio Rural confirmaba la existencia de 7 focos activos en toda la comunidad provocados por rayos, a los que se suman algunos fuegos aislados, como el registrado en Baiona, que podría haber sido intencionado.

Actualmente preocupa especialmente el municipio de Folgoso do Courel, en Lugo, en el que se han registrado tres incendios que ya rozan las 1.000 hectáreas calcinadas. Por la proximidad de las llamas a los núcleos de población, además, se tuvo que activar la situación 2 de emergencia en las parroquias de Seceda y Vilamor, donde se han quemado 700 y 250 hectáreas, respectivamente.

Del mismo modo se advirtió a la población de Saa, parroquia de Pobra de Brollón (Lugo), donde el fuego ha arrasado 500 hectáreas. Hace escasos minutos, sin embargo, la Xunta informaba de que el peligro para la población ha remitido, aunque no se ha logrado controlar el foco.

Menos preocupante es el fuego de Riodolas, en Carballeda de Valdeorras (Ourense), donde se han quemado 500 hectáreas de "monte bajo y matorral" y las llamas se mantienen alejadas de la población, según informaba este mediodía la alcaldesa de la localidad.

Se han conseguido controlar el incendio de Quins, en Melón (Ourense), tras quemar 50 hectáreas; y el de A Xironda, en Cualedro (Ourense), que ha afectado a 40 hectáreas. Siguen activos el fuego de Pradoalbar, en Vilariño de Conso (Ourense), 70 hectáreas; Guillar, en Rodeiro (Pontevedra), 200 hectáreas; Quiroga (Lugo), 70 hectáreas; y Noceda, en Quiroga (Lugo), 180 hectáreas.