En septiembre de 2019 Amaro Ferreiro terminaba de grabar su último disco, Personajes Secundarios, "un trabajo en el que había mucho esfuerzo, también económico, y sobre todo mucha ilusión". Hermano del conocido Iván Ferreiro y compositor de muchos de los éxitos de As Ferreiro, lleva tres discos en solitario y se ha convertido en un artista con nombre propio.
Confiesa a Treintayseis que el mazazo de la cancelación de la gira, que había empezado a finales de febrero de 2020 en Madrid, "fue devastador". Un concierto en la capital y otro en Pontevedra fueron su despedida de la música "tal y como la conocíamos. Hicimos algo en verano, pero los conciertos sin público no se pueden considerar conciertos".
Pero no todo fue negativo para la familia Ferreiro, y es que la pequeña Max nacería a principios de mayo. "La pandemia me ha regalado horas con mi hija, y eso no lo cambio", dice Amaro.
Ahora, solo unas semanas después de dejar a tras este annus horribilis, pide paciencia y responsabilidad para volver a los escenarios. "Lo más importante en la música es el público, estamos deseando dar un concierto en el que la gente se canse de tanto bailar".
Amaro, personaje protagonista
Como hermano de Iván Ferreiro, Amaro siempre ha permanecido un poco "en la sombra", regalando a su público letras tan impresionantes y pegadizas como la de Turnedo. "Quien disfruta Turnedo se siente protagonista, está escrita para que la cante Iván y él la ha hecho lo que es. Sin su voz Turnedo no sería el himno que es hoy".
Su disco, Personajes secundarios, se llama así porque el protagonista actúa como un "observador permanente de las historias que cuentan las canciones". El cantante dice que, aunque todo lo que escribe es autobiográfico, "siempre bebo de lo que me rodea, lo cuento yo pero quizás lo ha vivido gente de mi entorno. Me inspiran los personajes secundarios de mi propia vida".
Un disco que nace del esfuerzo, del trabajo y de una ilusión que partió de la grabación de Hijos del Mediterráneo, un disco homenaje a Serrat en el que Amaro contó con colaboradores de la talla de Jorge Drexler, Eva Amaral, Xoel López o, por supuesto, su hermano Iván. "Fue un año muy productivo, porque a raíz del disco homenaje me entraron ganas de grabar algo mío, y en septiembre terminamos de construir un disco del que estoy muy orgulloso".
El adelanto de este último trabajo fue la canción Desesperadamente, cuyo ritmo invita a bailar a cualquiera. Compuesta para la banda sonora de Litus, de Dani de la Orden, sería la tercera vez que cine y Ferreiro se fusionaban. Con este aperitivo todos sus fans esperaban impacientes el disco completo, que llegó el 14 de febrero de 2020.
Y ahora, ¿la gira?
"Presenté el disco en Madrid a finales de febrero y el 6 de marzo tocamos en Pontevedra. Ese fue nuestro último escenario, desde ahí nada ha vuelto a ser igual", reconoce Amaro. "Para los artistas ha sido un año devastador, el mundo de la música ha sufrido mucho".
"Yo me lo había planteado como un ‘año de vacaciones’, había montado todo con el dinero de la última gira con Iván y podía permitirme este año en el que solo iba a dedicarme a mí mismo. Hay muchos compañeros que lo han pasado peor, sé que he tenido suerte dentro de lo que cabe".
Tras el mazazo de las cancelaciones llega el estado de alarma y el confinamiento, en el que Amaro dice que sufrió una evolución, un cambio radical en su forma de ser y de pensar. "No te puedo decir que sea la misma persona ahora que en marzo, todo ha cambiado mucho. Al principio me costó mucho componer, ahora ya siento que he vuelto a mi día a día es ‘normal’, compongo como siempre".
El lado positivo de una pandemia
"Sé que hay mucha gente que lo está pasando mal, esto es una tragedia y una desgracia nacional, pero también creo que hay gente que es capaz de ver el lado positivo de todo".
Con esta frase, también autobiográfica, Amaro nos habla de su "lado bueno de la pandemia": el tiempo que ha pasado con su hija Max. "Soy un privilegiado porque, aunque este año me tocaba vivir algo muy grande a nivel profesional, también me esperaba algo muy grande en lo personal".
A principios de mayo, su hija nacía en Vigo y se convertía en el centro de todo: "evidentemente, ser padre te cambia la vida". Así las cosas, sus conciertos estaban programados hasta finales de abril, y pretendían alargar la gira todo el verano, además de los conciertos con Iván y muchos más eventos que ya estaban planificándose.
"La pandemia me ha regalado horas con mi hija, he pasado todo el tiempo que he querido a su lado, no solo el que he podido. Además, estos primeros meses son irrepetibles y mágicos, ahora sé que me alegro de no habérmelos perdido".
"Los Ferreiro no somos mucho de parar la cabeza"
Así es como Amaro dice que no han dejado de hacer cosas a pesar de las circunstancias. "Iván y yo estamos preparando un show diferente, una especie de teatro musicalizado que representaremos a partir de febrero y se llamará Cuentos y canciones", dice. "También estamos preparando otras cosas para este año con mucha ilusión, pero esas todavía no se pueden contar".
Lo que sí reconoce el cantante es que nada volverá a ser como antes, "mientras el público no pueda bailar y disfrutar la música libremente no podremos decir que estamos dando conciertos". Ya en verano echaron de menos a su público, porque aunque dieron conciertos lo hicieron con aforos muy reducidos y plazas sentadas.
Amaro pide responsabilidad y algo de paciencia para que podamos volver a vivir un concierto como antes de marzo del 2020, pero confía en que si las cosas se hacen bien podremos disfrutar de la música en directo pronto.