A escasas horas de que comience la noche más corta del año, temida por atraer ‘bruxas e demos‘, son muchos los que comienzan a preparar el ‘cacho’ (o cuenco) de San Juan para repeler a estas criaturas. Sobre esta tradición, de origen pagano y con posteriores influencias religiosas, habla Silvia Domínguez Torrado en su libro As herbas de San Xoán.
El interés de Silvia por la tradición y las propiedades de las plantas empezó desde muy pequeña, cuando iba a recoger el cacho al monte con las mujeres de su familia. Sin embargo, no fue hasta que conoció a Laura Sáez, editora del libro, que se planteó plasmar sus conocimientos en uno.
La autora asegura que el libro fue producto de una coincidencia: ella estaba realizando una charla sobre la recolecta de las hierbas, a la cual asistió la editora. Fascinada por la historia, Laura le ofreció la oportunidad de narrar la tradición a partir de su propia experiencia gracias a la editorial Patas de Peixe.
Para Silvia, tener la oportunidad de plasmar algo tan importante para ella en un libro es realmente excepcional, ya que le da la oportunidad de poner en valor una tradición que siente como propia.
¿En qué consiste la tradición?
El ‘cacho’ es una tradición pagana con siglos de antigüedad, de celebración del solsticio de verano y protección contra las criaturas de la noche. Aunque, con el tiempo, y la llegada de la religión, comenzó a tener influencias cristianas y a relacionarse con la noche de San Juan.
Como muchas tradiciones populares, esta se fue transmitiendo de forma oral generación tras generación. Silvia recuerda aprenderla de su madre, abuelas y tías en el monte, a base de repetición. Desde que es niña, la autora solo recuerda haberse pedido el ritual una vez en la vida, debido a que acababa de dar a luz a su hijo.
La autora de As Herbas de San Xoán relata la forma adecuada de llevar a cabo la recogida. En primer lugar, es imprescindible ir al monte con los aparatos adecuados (cesta en la que trasportas las hierbas, y tijeras para extraerlas sin arrancar las raíces). Además, también cuenta que es importante recoger solo una pequeña cantidad de cada una, ya que solo se necesitan para lavarse la cara.
En segundo lugar, narra que hay que identificar las diferentes hierbas a medida que se van recogiendo para familiarizarse con las mismas. Y recalca la importancia de preparar el ‘cacho’ antes de que se ponga el sol, ya que "una vez que se mete el sol vienen las brujas y los demos a hacer de las suyas", cuenta la tradición.
Así pues, el agua debe de estar lista con las hierbas antes de que el sol se ponga, y debe colocarse al aire libre para que sea bendecido por el orballo o por San Juan; dependiendo de si se hace caso a la tradición pagana o a la cristiana.
Silvia apunta que, en su casa, como en muchas otras, por encima del recipiente colocan un elemento que pinche (como una silva o un tojo) para que "o demo non veña facer das súas".
El número 7
El número 7 es considerado un número mágico por muchas culturas, tanto paganas como la cristiana, motivo por el cual cobra especial importancia en la elaboración del "cacho de San Juan".
A la hora de recoger las hierbas, hay 7 que no pueden faltar en ninguna casa debido a sus propiedades medicinales, así como de repudio contra el mal, estas son: Hierba de San Juán (para espantar a los demonios), Fiuncho (contra el mal de ojo), Hierba Luisa (contra los engaños amorosos), Xesta (para barrer malas energías), Fento Macho (para la protección del hogar), Malva (para ablandar el carácter) y Romero (para la purificación de los hogares y personas).
En función de la zona y la familia, además de estas hierbas, se utilizan otras con diferentes propiedades. Y, aunque en su libro Silvia habla de su propia experiencia, dejó las dos últimas páginas en blanco para que cada persona pueda hacer suya la tradición.
Lavarse la cara
El paso final para completar la tradición es lavarse la cara al despertarse el día 24, para que el agua les quite los males a todos los habitantes de la casa, incluido el ganado, ya que el agua no se tira, sino que se utiliza para regar la huerta.
Este ritual debe hacerse mirando al sol (debido a la tradición pagana de saludarlo después de la noche más larga del año), y mientras se recita una oración cristiana, "Auguiña bendita en San Xoán, lávame a cara de males e de grans, e dame moita saúde para que a miña vida moitos anos dure".
Con este libro, Silvia busca aportar su granito de arena para que una tradición tan importante para ella no se pierda. Y explica que lo esencial es que la gente vaya al monte, lo haga con fe, alegría y… mucha magia.