María Carmen y Antonio son los dos nombres más habituales en España, según el Instituto Nacional de Estadística, INE. Lucía y Martín, los que más se ponen a los recién nacidos. García, por su parte, el apellido que más españoles tienen. Esta es la norma, lo que dicen los datos, pero fuera de la estadística están otros nombres y otros apellidos que tienen una relación directa con los topónimos gallegos y de la provincia de Pontevedra.

El nombre estuvo limitado hasta 1977 por el artículo 54 de la Ley de Registro Civil, que exigía castellanidad y ortodoxia a la hora de registrar el nombre de alguien. Las limitaciones se han ido modificando desde 1959 hasta 2007 cuando, por ejemplo, Lola o Paco, hipocorísticos de Dolores y Francisco, respectivamente, abandonaron la zona de prohibición. Así que, siempre y cuando no sean ofensivos, los nombres ahora están más que nunca a la libre elección de los padres.

¿Se puede llamar alguien como una ciudad? Por supuesto, no hay un límite legal para ello. Según los datos del INE, en España ya hay 20 personas que se llaman Vigo. Son todo varones, tienen 7,4 años de media y residen en la Comunidad de Madrid. Porque en Vigo, según los registros, no hay niños que se llamen Vigo.

Sí los hay vinculados a la ciudad, como el caso de Vigo Martínez Garrido, hijo de una viguesa que vive en Madrid, y Vigo Decker Rodríguez, de padre alemán y madre viguesa. En ambos casos, dada la excepcionalidad, fueron noticia en los años 2016 y 2017 tras visitar al alcalde Abel Caballero. Y, en ambos casos, fruto de la morriña de sus madres.

Tampoco en Vigo hay nadie que se llame Viggo, como el actor Viggo Mortensen, según el INE. En España, sí: son 99 hombres, con una edad media de 9,1 y se encuentran en las provincias de Alicante, Baleares y Barcelona.

Santiago, el más clásico de los topónimos

Es evidente que, hablando de nombres que sean topónimos de Galicia, Santiago se lleva la palma, ya que la ciudad hereda su nomenclatura del nombre hebreo Jacob y en referencia al apóstol. Son 109.248 varones los que llevan este nombre, con una edad media de 48,4 años de edad y en territorio gallego es la provincia de A Coruña donde hay más, seguida de Pontevedra, Ourense y Lugo. En este caso, lo curioso es que es Zamora la provincia donde hay más "Santiagos" de España; Palencia en segundo lugar y León en tercero.

Para encontrar otro nombre propio rescatado de un topónimo de la provincia de Pontevedra, basta con cruzar la ría de Vigo y encontrarse con otra ría y localidad de O Morrazo, Aldán, que da nombre a 170 varones con una edad media de nueve años y medio. Por orden, se encuentran en Ourense, A Coruña, Lugo y Pontevedra; fuera de Galicia, Barcelona cuenta con un mínimo porcentaje de niños con ese nombre. En ese mismo barco, nos podemos trasladar hasta las islas Cíes, cuyo nombre ha sido elegido para ponérselo a 56 mujeres, con una edad media de 6 años, y según los datos del INE residen mayoritariamente en Pontevedra y también en Ourense.

Más al norte, Marín es un nombre "en desuso" que se conserva especialmente como apellido. Según el Instituto Nacional de Estadística, que no reconoce las tildes en su buscador, el nombre de "Marín" y "Marin" lo llevan 1.488 varones de 50,4 años de media y mayoritariamente residen en las provincias de Segovia, Soria y Zaragoza. Como apellido, es habitual en todo el territorio español, especialmente en Murcia, y tienen Marín como primer apellido 105.141 personas; 102.625 como segundo; y 1.646 lo tienen como ambos apellidos.

Galicia, Vigo o Cíes, también apellidos

Siguiendo la estela de los apellidos, Galicia es el primer apellido de 970 personas, el segundo de 901, pero es más habitual en Huesca o Segovia que en su propia comunidad, donde un pequeño porcentaje lo lleva en Ourense.

Vigo, en cambio, se encuentra en el documento nacional de identidad de casi 8.000 personas, 3.941 lo llevan de primer apellido y 3.934, de segundo. La coincidencia de ambos solo ocurre en 12 personas. En Galicia, Lugo y A Coruña son las provincias donde más personas con Vigo en el apellido viven, seguidas por Huesca y Málaga, que están por delante de la provincia de Pontevedra.

Cíes también es un apellido, poco común, que en la península solo acompaña a 190 personas, 80 de primero y 110 de segundo, en Cádiz y Madrid. Otro nombre de una isla del Parque das Illas Atlánticas, Ons, es algo más numeroso, con 200 personas como primer apellido, 182 como segundo y 5 personas que lo tienen en ambos, y en Galicia se da en un pequeño porcentaje en A Coruña y Pontevedra. En el resto de España, en Zaragoza, Lleida, Málaga y Barcelona.

Bayona, más habitual que Baiona

Caso similar al del municipio pontevedrés Mos, que entre A Coruña y Pontevedra se encuentra como el apellido de algo más de 300 personas. Cangas, apellido que llevan poco más de 800 personas en Asturias, Badajoz y Pontevedra; Lalín, con 301 personas, 5 de ellas como doble apellido, en Pontevedra; y Panjón, en su forma castellanizada, que tienen como primero 18 personas y como segundo 16, son otros ejemplos de localidades pontevedresas que registra el INE como apellidos.

El que más destaca es Bayona, con más de 6.500 personas, 33 de ellas en ambos apellidos, que es más habitual en Jaén, Huesca y Valencia, y que en Galicia se registra en menor cantidad en Lugo y Pontevedra. En el caso de Baiona, los números son muy inferiores, con solo 15 personas con ese apellido.

De los topónimos del resto de ciudades gallegas, el apellido más habitual es Lugo, con 3.492 personas que lo llevan de primero, 3.464 como segundo y 31 en ambos, en las provincias de Pontevedra y Sevilla, especialmente; Coruña, que lo llevan en las provincias de León y Burgos más de 500 personas; Ferrol, mayormente en la provincia coruñesa y también en Alicante, con 423 personas; Pontevedra con 75 de primero y otros tantos de segundo, especialmente en su propia provincia; y, de manera residual el apellido, también en la forma castellana, Orense, con 66 personas que lo tienen de primer apellido y 73 como segundo.

Haciendo una revisión de los datos, sería posible, aunque complicado, que algún día un recién nacido recibiese el nombre de Vigo con los apellidos Pontevedra de primero y Galicia de segundo. Todo es, al final, cuestión de estadística.