La Xunta de Galicia invertirá más de 1,2 millones de euros en las obras de ampliación del Museo Massó, en Bueu (Pontevedra), que han arrancado este lunes con el acta de replanteo, tal y como explicaron esta mañana el director general de Cultura, Anxo M. Lorenzo, y la directora general de Patrimonio Cultural, María del Carmen Martínez, durante una visita para supervisar el inicio de los trabajos que tienen una duración de seis meses.
Según explicaron los representantes de la Consellería de Cultura, Educación, FP e Universidades, este proyecto es una de las acciones enmarcadas en el Plan Xeración Cultura, la hoja de ruta del Gobierno autonómico con la que este año se está acompañando al sector en un momento de impulso. Entre sus cinco ejes de actuaciones se incluye la mejora de infraestructuras culturales y la conservación del legado patrimonial como la que está prevista en el museo.
El objetivo principal de esta intervención es, por una parte, mejorar las condiciones generales de uso del museo y, por otra, poner en valor e incorporar espacios de la antigua conservera actualmente en desuso. De este modo, el museo ganará un total de 600 metros cuadrados nuevos de espacio expositivo, lo que supondrá duplicar su superficie actual.
En el que atañe a las condiciones generales del edificio, se abordará la conservación y puesta en valor de los sistemas constructivos de las edificaciones que habían sido parte del museo, testimonio de la industrialización de la salazón y de la conserva y, en especial, de las estructuras de madera. Se trata, por tanto, de recuperar el aspecto y los valores originales de los elementos singulares que se conservan en estas edificaciones.
También se actuará en el ámbito medioambiental, con trabajos enfocados a la eficiencia energética con fin de reducir los consumos energéticos, para lo que se aplicarán medidas de aislamiento térmico en las cubiertas y fachadas y se renovarán las instalaciones de climatización e iluminación. La obra se completa con otras actuaciones enfocadas a la mejora de las condiciones de seguridad del edificio y de accesibilidad al mismo.
Salgadura de Piñeiro y sala Urbano Lugrís
La dotación de nuevos espacios de uso museístico se hará a través de la recuperación de la Salgadura de Piñeiro y de las naves de la antigua conservera. En el caso de la Salgadura Piñeiro, se recuperará la estructura tipológica original de este edificio de dos plantas, al tiempo que se va a mejorar la ventilación natural del espacio y se dotará de instalaciones de climatización, electricidad y servicios de telecomunicaciones. Entre las mejoras figura el relevo de los pilares de hormigón por otros de piedra, la instalación de vigas y pontones de castaño y eucalipto y suelos de eucalipto y el cambio de la cubierta de fibrocemento por otra acristalada.
Una vez recuperada, la planta superior del edificio, acogerá la sala de exposición dedicada a Urbano Lugrís, que se localizará en el espacio original de la antigua tribuna y que se integrará en la exposición permanente del museo. Esto permitirá mostrar al público fondos que actualmente permanecen guardados, como la serie de seis pinturas de gran formato realizadas en los años 40 para el comedor de las trabajadoras de la conservera y que ocupan cerca de 300 metros lineales. En la fachada hacia calle Montero Ríos se repondrá la estructura de madera de la zona balconada y se tratará la fachada de piedra.