Galicia fue una de las tierras conquistadas por el Imperio Romano. La primera invasión se produjo en torno al año 137 antes de Cristo bajo las órdenes de Décimo Junio Bruto. Tras sucesivas contiendas, nuestro territorio quedó sometido e integrado políticamente al Imperio y en el siglo III d.C se constituyó la conocida como provincia de Gallaecia, más extensa de lo que hoy es la autonomía.
El proceso de romanización era por aquel entonces una realidad imparable y el pueblo castrexo adoptó las costumbres y las técnicas de los romanos. Algunos de los vestigios de esa época todavía se conservan en la actualidad: la muralla de la ciudad de Lugo (de aquellas, Lucus Augusti) es el ejemplo más reconocido, pero las infraestructuras romanas se pueden encontrar a lo largo y ancho de Galicia.
Unas de las instalaciones que trajeron consigo los romanos fueron las salinas, lugares para recolectar un producto muy valioso, la sal. De hecho, en Galicia se conserva la única salina marina de evaporación solar conservada y musealizada de todo el Imperio Romano, pero no se descubrió su existencia hasta el año 1998.
Una salina oculta bajo tierra
La salina mejor conservada de Galicia está en la ciudad de Vigo y era un tesoro oculto subterráneo. Durante las obras de construcción del centro de salud de la calle Rosalía de Castro en el año 1998 salió a la luz el yacimiento, que se encontraba (y se encuentra) en un estado de conservación excepcional. Su funcionamiento data de los siglos I-III d.C.
Así, se puso en marcha el Centro Arqueológico Areal Salinae, que está abierto a las visitas de la ciudadanía desde el año 2008. El espacio se extiende unos 300 metros cuadrados, aunque en su origen contaba con nueve hectáreas de superficie. Muchos elementos se destruyeron en el proceso de urbanización de la zona, pues otra característica curiosa de esta salina es que ahora está en pleno centro de Vigo.
Dentro de las instalaciones podemos descubrir una amplia exposición con la que es posible viajar 2.000 años atrás la historia del mundo de la sal, los sistemas empleados para su obtención y los usos que le dieron los romanos.
Entrada y horarios de visita
Las salinas del centro Salinae están ubicadas en la calle Rosalía de Castro números 21-23 y la entrada es gratuita. El horario de actividad es de martes a domingo de 11:00 a 14:00 horas y se puede visitar de forma libre cualquier día de la semana.
Por otro lado, si se quiere descubrir el yacimiento de la mano de un experto, se pueden reservar visitas guiadas, también gratis, pero que solo se organizan los sábados y los domingos (a excepción del último sábado de cada mes). El único requisito para las visitas guiadas es que los niños deben de tener una edad mínima de 8 años y en el caso de ir en grupo, no puede ser de más de 20 personas.