Es la zona costera vacacional por excelencia de la comunidad gallega, atesora ricos vinos y, desde sus playas, es posible coleccionar los más maravillosos atadeceres. Pero, en las Rías Baixas también existe un patrimonio arquitectónico y arqueológico que no se debe pasar por alto. 

Si nos acercamos hasta Mondariz, en la Comarca del Condado, podremos conocer una de sus 12 parroquias: Se trata de Vilasobroso, de algo menos de 400 habitantes, pero que exhibe un aura legendaria al albergar, en sus terrenos, uno de los castillos mejor conservados y más importantes de la provincia. Se trata del Castillo de Sobroso. 

La construcción ocupaba -y ocupa- una posición estratégica en las inmediaciones de los montes de Landín -a casi 500 metros de altitud-, pues, desde ella, se divisan alrededor de medio centenar de localidades de Galicia y la frontera portuguesa. Del mismo modo, su cercanía al Miño afianzaba en tiempos esa condición estratégica, sobre todo, en lo tocante al control de las comunicaciones. 

Vista de Vilasobroso desde el castillo. Wikipedia

Según recoge la Diputación en Turismo Rías Baixas, el castillo de Sobroso, de la era medieval -se construyó en torno al siglo XII-, es "uno de los máximos exponentes del patrimonio fortificado de la provincia de Pontevedra". Le rodea un gran parque forestal dotado de una senda botánica. 

Según las mismas fuentes, el Castillo de Sobroso está integrado por un muro de 140 metros, una torre rectangular y un cuerpo residencial de dos alturas: La inferior era para la guardia y, la superior, para la nobleza.  

Imagen del Castillo de Sobroso. @CastelodeSobroso.com

Detrás de sus muros se desataron algunas luchas protagonizadas por Doña Urraca, y Doña Teresa -más concretamente, por parte de esta última, por los partidarios del futuro rey de Portugal: Alfonso-. Grandes familias habitaron este castillo: Pelayo Muñiz, los Sobroso, los Sarmiento y los Sotomayor. 

El pueblo de Sobroso cuenta con la consideración de entidad local menor y antiguamente fue un gran productor de alcornoque -de ahí su nombre, es decir, sobreira, en gallego-.