Durante milenios, el hombre prehistórico encontró en las cavernas una suerte de refugio o santuario natural, un hogar temporal que lo resguardaba de los peligros de su entorno. Ahora bien, no sería hasta el Neolítico que la vida nómada quedaría atrás y comenzaría una transformación que ha resultado crucial en la historia de la humanidad: el paso hacia el sedentarismo. El cultivo de plantas, la domesticación de animales y la caza como actividad planificada marcaron el inicio de una vida más estable, dando lugar a los primeros poblados al aire libre. Lo cierto es que de aquellos días todavía se conservan algunos vestigios fascinantes que nos permiten entender sus particulares modos de vida. Incluso la molinería, aunque en formas muy distintas a las actuales, dejó sus huellas rupestres en la naturaleza, revelando el ingenio de aquellas primeras comunidades. 

Los equipos de molienda rupestre conforman un tipo fascinante de artefacto excavado directamente la roca que, en ocasiones, se ha identificado como un motivo más dentro del arte rupestre Atlántico. A diferencia de los molinos tradicionales, estos presentan la particularidad de estar esculpidos sobre superficies pétreas que les otorgan un carácter fijo y estático. Lo más interesante es que, a menudo, comparten espacio con antiguos grabados rupestres, fusionando así la funcionalidad y el arte en un mismo soporte.

En el entorno de las Rías Baixas, sobre todo al sur de la ría de Vigo, podemos encontrar algún que otro ejemplo destacado de este tipo de molino prehistórico, en localidades como Baiona, Gondomar, Nigrán, Rendondela y Vigo. Un caso particular se da en el lugar de Fragoselo, en la parroquia de Coruxo, donde a ras de suelo llama poderosamente la atención el conocido conjunto de los molinos naviculares de O Viveiro, bautizados de esta manera por una singular morfología que recuerda a la del casco de una embarcación.

¿Cómo funcionaban los molinos prehistóricos? 

Ejemplo similar al molino navicular de Coruxo el Campo do Xastre revistascientificas.us null Agolada

Por lo general, los equipos de molienda rupestres del sur de las Rías Baixas están compuestos generalmente por tres elementos destinados a moler frutos con cáscara, por ejemplo, bellotas. Estos artefactos excavados en la roca solían emplearse en superficies ligeramente inclinadas, integrados por una unidad central de perfil longitudinal navicular en la que se realizaba la molienda. Este macrocomponente estaba seguido en cada uno de sus extremos por otras cavidades de carácter rectangular donde se desmenuzada el productos, así como una última cavidad inferior destinada a la recolección de lo molido.

Si bien es cierto que es difícil precisar una cronología exacta, este tipo de equipos de molienda rupestres presumen de una gran antigüedad, pues algunos de ellos incluso presentan combinaciones circulares trazadas sobre su superficie. Además, el hecho de que no se encontrasen muy próximo a los poblados ―tanto en Coruxo como en otros casos como el de Os Pintos en Oia― hace presuponer que su uso no estaba destinado al procesamiento de alimentos sino más bien a alguna actividad relacionada con rituales o ceremonias en las que se utilizasen pigmentos o diferentes tipos de sustancias que precisasen ser molidas.  

Tipología de equipos de molienda rupestre researchgate.net null Rías Baixas

En cualquier caso, sobre los posibles usos y su funcionamiento no podemos hacer más que especular. De estos equipos de molienda rupestres se ha teorizado sobre la posibilidad de que los productos a  moler provenían de un preparado previo llevado a cabo en los microcomponentes. Esto sería en el caso de una materia que presentase cierta resistencia a la presión de la muela una vez dentro del macrocomponente. Además, en función del tipo de equipo de molienda rupestre empleado (se conocen hasta cinco diferentes), podría ser un individuo o varios los que llevasen a cabo dicha actividad. Las pequeñas hendiduras que pueden apreciarse sobre la piedra serían el resultado del constante vaivén de del elemento de molienda contra la roca, que funcionaba de soporte. 

El tesoro rupestre de Coruxo

Vista general del molino rupestre de O Viveiro revistascientificas.us null Coruxo

En el caso particular de los molinos naviculares de Coruxo, el conjunto se localiza sobre una elevación rocosa que presenta un ligera inclinación hacia el norte. Este soporte manifiesta además unas dimensiones de unos 2,30 x 1,40 metros, con seis hendiduras que en algunos casos llegan a alcanzar los 10 centímetros. En los extremos de cada uno de ellos también se puede apreciar un pequeño rebaje oval, muy habitual de este tipo de motivo del arte rupestre Atlántico. De hecho, en una roca cercana también se pueden observar dos coviñas o cazoletas.