Antiguos monasterios, santuarios históricos y pequeñas capillas se despliegan como tesoros ocultos entre los verdes paisajes de Galicia, desde la costa Atlántica hasta el interior más rural y montañoso del territorio. Esta suerte de monumentos religiosos, testigos de siglos de fe, devoción y espiritualidad, relatan en cada piedra y cada arco la rica herencia artística y cultural esculpida a lo largo del tiempo y de las épocas. Lo cierto es que cada una de estas joyas patrimoniales, con su estilo único e historia particulas, revela un pasado profundamente enraizado en la diversidad de civilizaciones y creencias religiosas que han dejado una huella imborrable en estas tierras.
Sin ir más lejos, a apenas media hora en coche de Vigo, una iglesia barroca se alza junto a las murallas de la fortaleza de Salvaterra de Miño como el testigo silencioso de un capítulo poco recordado de la historia gallega del siglo XVII: las casi dos décadas de ocupación portuguesa en este rincón del sur de Galicia durante la Guerra de Restauración.
En el presente, este pequeño y austero templo conocido como la capilla da Virxe da Oliveira guarda el eco de una época en la que ambos territorios compartían más que una frontera. Explorar este mágico enclave a orillas del río Miño, admirar la sobria belleza de la iglesia y detenerse en sus detalles permite al visitante imaginar una era marcada por más conflictos y tensiones que alianzas.
Historia viva en Salvaterra
¿Sabías que Salvaterra de Miño fue parte de Portugal en épocas pasadas? Entre los años 1643 y 1659, este encantador enclave de la comarca do Condado-Paradanta cayó bajo dominio portugués en un episodio fascinante de la Guerra de Restauración, un conflicto en el que Portugal llevaba años luchando por afianzar su independencia de la España de Felipe II. Durante aquellas décadas tumultuosas, los territorios a orillas del río Miño se conviertieron en puntos estratégicos para alcanzar dicho objetivo. Las tropas portuguesas avanzaban hacia Salvaterra en barcos que pusieron a prueba las defensas del sur de Galicia.
A pesar de todo, Salvaterra de Miño permaneció en manos portuguesas hasta que el curso de la guerra dio un vuelco definitivo con la ocupación española de las plazas de Lapela y Monção. Como recuerdo de aquellos más de dieciséis años de ocupación, la emblemática Capela da Virxe da Oliveira todavía es capaz de avocar ese pasado ya lejano, convertida a día de hoy en la puerta de entrada al recinto amurallado que se alza majestuoso sobre estas riberas del río Miño.
Un emblema a orillas del Miño
La Capela da Oliveira deslumbra con su encanto barroco junto a las tranquilas aguas del río Miño, hoy como una de las entradas principales al recinto amurallado que acompaña a la bonita villa de Salvaterra. Este pequeño templo salvaterrense, vestigio de la ocupación lusa en la zona, se encuentra presidido por una imagen de la Virgen esculpida en piedra que todavía conserva algunos retazos de su policromía original.
En la parte más alta de este auténtico monumento religioso también permanecen los restos de tres escudos heráldicos, tallados y desfigurados tras la reconquista española para borrar cualquier rastro de ese pasado. De los citados escudos de la Capela da Oliveira apenas sobreviven algunos detalles de corte neutro, aunque se sabe que el blasón central habría representado el emblema nacional portugués, mientras que los dos laterales mostrablan los escudos de los antiguos condados.