Este último fin de semana, la sala New Videodrome se convirtió en la cabaña de Evil Dead para acoger a cientos de freaks vigueses disfrutando de su cita anual con el cine underground. La programación de este año destacó por la calidad y variedad, algo que se consiguió gracias a los más de 600 cortometrajes que recibieron y a la exhaustiva labor de búsqueda de piezas en algunos de los mejores festivales de cine fantástico y de terror del mundo, como el francés Clermont- Ferrand o el catalán Sitges.

La organización destaca las buenas críticas recibidas por parte del público, así como directores y profesionales convidados, como un indicativo del éxito de esta reciente edición del festival.

Para todas aquellas personas que no pudieron asistir a la edición live o simplemente prefieran disfrutar de esta antología de cine underground desde la comodidad del hogar, existe la posibilidad de asistir al GFFF de manera online, a través de Festhome. En esta plataforma se encuentra toda la programación oficial de la presente edición, además de la selección de filmes del Pequefreak, dirigidas a público infantil. Más de 10 horas de material para disfrutar de lo más esperpéntico de la industria cinematográfica de Galicia, España y el resto del mundo.

Palmarés

Durante la última jornada del festival live, se conoció a los ganadores de esta quita edición del GFFF. El Gran Premio al corto más freak recayó este año en la producción inglesa The Devil’s Harmony, del inglés Dylan Holmes Williams, mientras que el público eligió con sus aplausos a Nox Insomnia, una disparatada comedia negra del brasileño Guy Charnaux, que recibió el galardón ‘Olimpo de los Freaks’.

El premio a la mejor realización, que fue elegido por miembros de CREA, Asociación gallega de profesionales de la dirección y la realización, fue para la sanguinolenta comedia rusa Ekipazh 3,14, de Denis Pavlov, mientras que Survivers, de Carlos Gómez-Trigo, fue considerado el corto con mejor guion y merecedor del Premio Ben Dito.

El galardón Neuronas Fritidas, otorgado al cortometraje más extremo o turbio, fue concedido a Metube August Sings Una Furtiva Lágrima, la tercera parte de una extravagante ópera austriaca, dirigida por Daniel Moshel y el mejor cortometraje de terror fue Lovemaking of Trolls, por la que Felix Charin recibió el Premio Arrepío. Por último, el cortometraje considerado más divertido, y por tanto merecedora del Premio Escarállome, fue La Última Navidad del Universo, de David Muñoz y Adrián Cardona.