Cartel y fotogramas de ‘Aventuras en las islas Cíes’.

Cartel y fotogramas de ‘Aventuras en las islas Cíes’.

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‘Aventura en las islas Cíes’, así es el ‘Verano azul’ que se rodó en Vigo en los años 60

Una película prácticamente desconocida que no se estrenó hasta 1972, seis años después de su rodaje, y que se adelantó décadas a que la ciudad y su comarca se convirtiesen en un plató de rodaje habitual

20 febrero, 2024 05:00

Desde hace unos años, Vigo se ha convertido en una localización frecuente a la hora de rodar películas y series, escogida por grandes productoras como Netflix para convertirla en un París otra época en Un hombre de acción o por Amazon para dar cabida a Jean Reno y Aura Garrido en Un asunto privado.

Echando la vista atrás, Vigo y su comarca aparecen como fondo perfecto para Los lunes al sol o Siete mesas de billar francés, películas premiadas y valoradas por la crítica en las que la ciudad cede sus calles, su ría y sus paisajes para el desarrollo de la acción. Son precisamente sus paisajes los que más llaman la atención a la hora de seleccionarla.

"Gran parte de las productoras llegan a Vigo atraídas por lo que la hace más singular, su parte industrial, el puerto especialmente; y la paisajística, la ría y las islas Cíes", reconocía a este medio la edil responsable del área de Política Social y Turismo, Yolanda Aguiar. Estas últimas, las islas Cíes, se han convertido en uno de los grandes atractivos turísticos y sus playas y naturaleza salvaje le han valido el reconocimiento de medios extranjeros, hasta llegar a denominar la playa de Rodas como "la mejor del mundo".

El cine infantil de los años 60

Precisamente, en un local de copas de Teófilo Llorente, en pleno Casco Vello, con el mismo nombre que la playa de Cíes y heredero de Rodas Antigüedades, luce en una de las paredes un cartel de una película española que se rodó en Vigo y su comarca muchos años antes de su entorno fuese descubierto por productoras de todo el mundo. Se trata de Aventura en las islas Cíes, rodada en 1966.

En la España de los años 60, el cine infantil vivía una de sus épocas doradas, siguiendo la estela de Marcelino Pan y Vino, con Pablito Calvo, o El pequeño Ruiseñor, con Joselito, estrenadas la década anterior. Así, Marisol o Rocío Dúrcal se erigían en las protagonistas de aquella España franquista, pequeñas estrellas del celuloide patrio por la que se apostaba para lograr grandes taquillas a lo largo de los cines de todo el país. Estas producciones eran impulsadas desde la Dirección General de Cinematografía y Teatro, encargada también de la censura previa durante el franquismo; de ahí que apareciesen múltiples películas destinadas al público infantil donde ellos, los más jóvenes, eran los protagonistas.

Fue Chamartín Producciones y Distribuciones la encargada de la película, una empresa que contaba en su haber con la ya mencionada Marcelino Pan y Vino y varios trabajos de Sara Montiel o Carmen Sevilla, asociadas al cine folclórico que tan bien funcionaba entre los espectadores de la época.

Dos versiones del cartel de la película ‘Aventura en las islas Cíes’.

Dos versiones del cartel de la película ‘Aventura en las islas Cíes’.

La dirección se le encargó a Luis María Delgado, un cineasta polifacético, hijo de director de cine, nieto de Sinesio Delgado, fundador de la SGAE, y bisnieto de actores. Fue productor, acompañó en la dirección a Fernando Fernán Gómez y de él se destaca la película Diferente, que en pleno franquismo se saltó la censura para hablar de la homosexualidad. En la misma productora, dirigió a Sara Montiel en Aquel hombre de Tánger y fue el encargado de dirigir a actores clásicos de la época como Alfredo Landa, Fernando Esteso o Antonio Ozores. En sus últimos años aparece como productor ejecutivo de los mayores éxitos de José Luis Garci.

La tarea del guion recayó sobre Juan Cortés, que también fue actor en películas de la época, y la música a Miguel Asins Arbó, Premio Nacional de Música en 1950 y reconocido autor de bandas sonoras en películas como Plácido, El verdugo y La Vaquilla, de Luis García Berlanga. También es destacable el autor del cartel oficial, Francisco Fernández-Zarza, Jano, el gran cartelista del cine español entre los años 40 y 70.

Un reparto casi desconocido

En lo que respecta al reparto, la trayectoria anterior y posterior de los actores es prácticamente nula, salvo una honrosa excepción. Se trata de José Bódalo, uno de los grandes secundarios de lujo del cine español, profesional de larga trayectoria también en teatro y televisión, galardonado con premios como el Ondas, el TP de Oro y el Premio Nacional de interpretación dramática. Además, fue uno de los destacados del elenco de películas de Garci en la década de los 80 como El crack, o la ganadora de un Oscar Volver a empezar.

La película pasó relativamente desapercibida, aunque sus pases en televisión desde su estreno han sido varios. Lo que es cierto es que, tanto la apertura de la películas, con los créditos iniciales, como parte del argumento inicial, se pueden encontrar ciertas similitudes con la exitosa serie de Antonio Mercero, Verano Azul.

Aventura en las islas Cíes narra la historia de una pandilla de niños y niñas que veranean en las Rías Baixas. Allí, conocen a un viejo pescador, Miguel, con el que entablan amistad, y que les cuenta historias de cuando era joven. Una de ellas habla de un tesoro que se encuentra escondido en las islas Cíes. Según el marinero, se trata de un arca llena de joyas y monedas de oro; los jóvenes, impulsados por la historia, deciden organizar una excursión a las islas para tratar de encontrarlo. Allí vivirán toda una aventura, rodeados de peligros que rodean al tesoro.

Los chicos en las bicicletas o el personaje del marinero podrían identificarse con Verano Azul, en donde también unos jóvenes veraneantes se hacen amigos de Chanquete, el viejo pescador que vive en un barco. Aunque, como destacan la crítica de Fotogramas publicada en 2008, "su argumento es muy similar al de las novelas de Enid Blyton", autora de múltiples obras para el público infantil, como Los cinco.

Estas primeras escenas fueron rodadas en A Guarda, y también se pueden reconocer localizaciones como Panxón, Marín, Ferrol, Santa Tecla, Playa América y Baiona, como aparecen en estos clips de vídeo.

A pesar de que se rodó en 1966, la película no se estrenó hasta seis años después, en 1972. Las críticas profesionales y las puntuaciones que le dan en las diferentes plataformas no son demasiado benevolentes con una película desconocida y que se ha perdido en la inmensidad del paso del tiempo, pero que permite reconocer múltiples lugares de Vigo y su comarca tal y como eran a mediados de la década de los 60.