1956 sería el año que cambiaría para siempre la historia de Ourense y, por extensión, de Galicia. Benposta y el Circo de Los Muchachos es pasado, pero casi medio siglo de vivencias no se pueden borrar de golpe y porrazo, y mucho menos cuando los retales de lo que, un día, fue una compañía que se recorrió decenas de países por todo el mundo, siguen sosteniéndose -como se sostenían los chavales pie con hombro- en Benposta.
Prime Vídeo ha apostado por contar, en las voces de los principales protagonistas -los "benposteños"-, una historia fascinante a la par que polémica, pues la utópica nación -con su banco, sus bares, su escuela, y organigrama político propios- se disiparía con el paso de los años lastrada por acusaciones sobre las condiciones que enfrentaban los propios "muchachos" y el pleito encarnizado entre el ideólogo de la Ciudad de Los Muchachos, el Padre Jesús Silva, y el que fuera presidente de la Xunta de Galicia, Manuel Fraga.
Por contra, el proyecto "Ourense cara o novo milenio" -que, entre otras cuestiones, incluía la construcción de un campo de fútbol en terrenos benposteños- se escenifica como el principio del fin de Benposta. También sobre el Gobierno de la Xunta de aquel entonces planea la sombra de la manipulación en aras de materializar su proyecto constructivo en los terrenos del circo y de la escuela.
Cinco episodios
A lo largo de cinco episodios de una hora de duración cada uno, Elías León, de la mano de un grupo de trabajo conformado por periodistas e investigadores, desgrana la fascinante historia de Benposta cediendo el testigo a sus protagonistas y a los dos "bandos" -los que defendieron, hasta el final, el proyecto del Padre Silva, y los que, por contra, lo cuestionaron-.
Precisamente, uno de los primeros puntos de fricción se produce en los primeros compases de la producción de Prime Vídeo. Y es que, a pesar de que siempre se ha dicho que los primeros 15 integrantes de Benposta eran "muchachos" sin recursos, lo cierto es que esto es algo que desmiente el equipo de Silva. La idea, según éstos, era ofrecer una opción formativa para aquellos jóvenes procedentes de lugares en los que no existía la posibilidad de acudir a la escuela -en pleno franquismo y tras varias guerras, en el rural lo anterior no estaba al alcance de todo el mundo-.
Con respecto a lo anterior y en palabras del propio Padre Silva, el objetivo siempre fue crear "una comunidad de muchachos comprometidos con la transformación del mundo". Sí se echa en falta, no obstante, en los primeros minutos de la producción, un mayor contexto sobre quién fue el Padre Silva y una mayor profundidad de por qué se decantó por este proyecto, cómo se inició y cómo fue capaz de introducir la formación circense.
Lo anterior se ve reforzado por un magnífico archivo audiovisual que permite ilustrar cada párrafo del guión de esta docuserie. Parte del mismo fue descubierto durante los trabajos de grabación y correspondían al denominado proyecto Revenga: Se habían tomado diferentes imágenes de los chavales para el montaje de una serie y de una película.
Un proyecto replicado y becas para jóvenes de todo el mundo
El proyecto de la nación de Benposta fue replicado fuera de las fronteras ourensanas y gallegas. Un ejemplo fructífero fue Colombia, mientras que en la capital madrileña hizo aguas. Según se relata en la producción, en las inmediaciones de Las Ventas se erigió una "minibenposta", sin embargo, el plan no contó con el apoyo -interno y externo- necesario y pronto comenzó a abandonarse hasta que fue desmantelado.
Pero Benposta fue mucho más que un circo: Fue un proyecto educativo, una comunidad autogestionada a nivel político y administrativo, y un plan formativo para los cientos de jóvenes -también mujeres, que comenzaron a integrarse en la formación en 1973 aunque con un papel muy secundario y limitado a tareas relacionadas con la sastrería- que pasaron por él. Los benposteños recibían clases particulares en sus giras por el mundo, y podían ver, en vivo y en directo, los monumentos históricos que relataban los libros.
Por lo anterior y por medio de becas de estudio, se sumaron al proyecto chavales de distintos países: Venezuela, Marruecos, o El Salvador, entre otros. Precisamente, este último país adquirió un especial protagonismo en el marco temporal del decaimiento de Benposta. Por medio de un anónimo remitido a la Xunta de Galicia -que el equipo del Padre Silva trató de desmentir aludiendo a una ortografía perfecta e incompatible con la de un niño o la falta de un sello de registro de entrada oficial- se desató una de las grande polémicas: Supuestos malos tratos y supuesta mala praxis a la hora de traer a 27 menores desde El Salvador a España.
Esta polémica coincidió con el litigio sobre los terrenos de Benposta que la Xunta había adquirido para salvar la deuda contraída por el Padre Silva. Sin embargo, la Administración Autonómica no cumplió con su compromiso de construir allí viviendas de Protección Oficial, sino que pretendía llevarse a este emplazamiento el campo de fútbol de O Couto.
Con respecto a lo anterior, por contra, la docuserie recuerda que O Couto sigue, a día de hoy, en el mismo lugar, y que todas las acciones judiciales contra Benposta "fueron desestimadas".
Sin embargo, la producción de Prime pone en tela de juicio el afán de protagonismo del Padre Silva por no dar autonomía a los niños que un día se hicieron adultos y querían luchar por profesionalizarse y dar un nuevo rumbo al proyecto. También las condiciones con las que tuvieron que lidiar y la supuesta violencia que, en mayor o menor grado, se ejerció dentro de Benposta.
Sin duda, El Circo de Los Muchachos de Prime supone una gran oportunidad para conocer nuestra historia más reciente y más cercana.