Los molinos son una parte muy importante de la cultura gallega, de su paisaje y la etnografía que les rodea. En su interior no sólo se molió el grano, sino que se desarrolló toda una cultura popular de tradiciones y leyendas. En toda la comarca de O Salnés existen diferentes puntos donde poder disfrutar de un viaje al pasado a través de sendas que discurren entre la naturaleza y los conjuntos de molinos.
Molinos de la Armenteira (Meis)
En el entorno del monsterio de la Armenteria da inicio la conocida Ruta da Pedra e da Agua, de unos 8 kilómetros de extensión. Se trata de una senda lineal, de las más completas de toda la zona. Se encuentra perfectamente acondicionada y señalizada, con docenas de molinos en diferentes estados de conservación, merenderos e incluso bares en algún punto del recorrido.
La parte más cercana al monasterio tiene un mayor desnivel, por lo que en ella se forman numerosas pozas y pequeñas cascadas. Esta estampa de película se completa con la gran diversidad de especies arbóreas que hay y cuya frondosidad cobija el lugar. Robles, abedules, avellanos o laureles, son sólo algunos ejemplos de ello.
Continuando el descenso, el bosque se va reduciendo y ocupa sólo las orillas del río, aunque el entorno sigue siendo espectacular. En la zona de los Muiños de Serén, cerca del final del tramo de Meis, se construyó una recreación en piedra de una aldea labrega, que escenifica la vida en el rural de principios del siglo XX. La aldea esta formada por diferentes elementos como una iglesia, un cruceiro, un hórreo y varios personajes, animales y objetos de labranza.
Molinos de Batán (Ribadumia)
Siguiendo el curso del río Batán, cerca de la iglesia románica de Santa Baia (Ribadumia), se encuentra este pequeño itinerario formado por tan sólo cuatro molinos de agua, dispuestos en escalera a lo largo de unos 300 metros. La caída del río fue aprovechada en su tiempo para colocar estrategicamente estas construcciones y también un lavadero. Además, el río Batán nos lleva en su desembocadura hasta una tranquila playa fluvial muy cerca del lugar.
El conjunto del Batán fue restaurado recientemente y ha permitido dotar de gran valor a esta ruta que, con su vegetación autóctona, los canales de agua, los puentes de madera y una mesa de picnic, se ha convertido en un lugar perfecto para visitar en familia o con amigos.
Estos molinos se encuentran inactivos desde la década de los 70, por culpa de las riadas que producía su caudal. En la actualidad han pasado a formar parte del valor cultural de la zona, todos ellos se pueden visitar también por dentro y uno de ellos se utiliza como museo de molienda. Los nombres de los molinos aún se conservan y se encuentran perfectamente señalizados. Desde su inicio: Molino de Arriba, por la posición que ocupa y que conserva el pie y la muela; Molino Pequeño y Molino de Bemposta, ambos formaban parte de una lareira y están casi en perfecto estado de conservación; por último, el Molino de Abajo, el único conservado en su totalidad y todavía en funcionamiento. Este último representa la molienda en la tradicional Fiesta del pan do Salnés.
Molino de Mareas (Cambados)
En la parroquia cambadesa de San Amedio, entre Tragove y Fefiñáns, se encuentra el Museo do Muíño de Mareas da Seca. En toda Galicia sólo existen unos cinco molinos de mareas, los cuales utilizaban la fuerza de la subida del mar para llevar a cabo la molición del grano. En la comarca de O Salnés se ubica otro de ellos, en los límites del Parque Natural de Punta Carreirón (A Illa de Arousa).
En Cambados, fue D. Gonzalo de Valladares, I vizconde de Fefiñáns, quien encargó la construcción de este molino. El conjunto se encuentra ubicado en una ensenada y se compone por una presa de unos 50 metros de largo, sus 5 compuertas, el propio molino, la vivienda, los establos y el cobertizo. En los años 70, su último molinero, Manuel Piñeiro, cesaba la actividad.
La primera planta de la estructura comprendría los elementos de la molienda. La segunda estaba destinada al desván y la vivienda, y en la actualidad ha sido acondicionada para acoger el discurso museístico. Desde el 2002, este singular enclave forma parte de la Red de Museos del ayuntamiento de Cambados y puede visitarse con cita previa a través de la oficina de turismo.
Molinos de Lores y Simes (Meaño)
Por el municipio de Meaño atraviesa parte de la ruta del río da Chanca, que da comienzo en Meis, pasa por Meaño y termina en Sanxenxo. Río abajo se cruzan las parroquias de Santa María de Simes y San Miguel de Lores, donde se ubican estos molinos del corazón do Salnés.
Los molinos de Lores-Simes conforman un paseo fluvial de poco más de dos kilómetros, con apenas desnivel. Diez de ellos fueron rehabilitados y alguno incluso puede vistarse por dentro para conocer más de cerca el funcionamiento de estos antiguos sistemas. Siguienda la ribera del río se puede encontrar también una piscina natural y varias zonas de descanso. En Galicia es muy típico ver molinos de río reconvertidos en ocasiones en establecimientos hosteleros. Este es el caso de O Muíño do Ferreiro, que en el entorno de esta pequeña senda ofrece un lugar tranquilo y privilegiado donde parar a comer.
Molinos de Dorrón y Bordóns (Sanxenxo)
Entre las parroquias de Dorrón y Bordóns, en Sanxenxo, se encuentra una ruta de los molinos casi desconocida y muy desaprovechada, con caminos tranquilos y unas increíbles vistas a la boca de la ría de Pontevedra en su trayecto. La Xunta de Galicia y el ayuntamiento de Sanxenxo han acordado la mejora de la senda para el próximo 2021. Para ello se prevé la colocación de hasta 52 metros de pasarela de madera, una escalera de piedra para salvar algún desnivel e inlcuso la construcción de una rampa y muros para evitar despredimientos en determinados puntos.
Esta colaboración permitirá la apertura de nuevos tramos que aseguren la continuidad a lo largo de los 5 kilómetros de recorrido. La ruta, que cruza el valle de Dorrón hasta llegar a Bordóns, discurre entre molinos, hórreos, casas de labranza, cruceiros y lavaderos, entre otros elementos de la arquitectura tradicional.