Es una de los principales entrantes de mar de las Rías Baixas gallegas y una de las zonas más frecuentadas por el turismo nacional de toda la comunidad. La ría de Pontevedra, con sus 145 km cuadrados de superficie, es la tercera más grande de Galicia y una de las más bellas.
Se extiende entre la punta de Cabicastro al norte y la punta Centoleira, al sur y en su vértice, próximo a la ciudad de Pontevedra, desemboca el río Lérez, el principal cauce fluvial que alimenta la ría. En ella destacan las numerosas bateas, que parecen flotar sobre el agua.
La ría de Pontevedra combina variados encantos que la hacen única: pueblos marineros como Aldán, Raxó o Bueu, monasterios como los de Poio o Armenteira e importantes centros turísticos con espectaculares arenales, como Sanxenxo, Portonovo y Combarro. Los conocemos en un paseo de norte a sur, siguiendo el transcurso de la ría.
Illa de Ons, el centinela de entrada a la ría
La isla de Ons, en el municipio de Bueu, es un paraíso natural que esconde curiosas formaciones como furnas (cuevas marinas), paredes verticales llenas de vida gracias a las ricas aguas que las nutren, propicias para la pesca, en la que destaca la captura del pulpo. También hay en Ons playas ideales para tumbarse al sol, miradores con vistas asombrosas, observación de cielos nocturnos y rutas de senderismo para acercarte a los lugares más recónditos y secretos de la isla.
Acudir a la isla en busca de buenas playas es todo un acierto, pues Ons tiene varias y algunas son de las mejores de las Rías Baixas, con la diferencia de no estar masificadas. Sobre todas ellas destaca la playa de Melide, con Bandera Azul, que hace años fue nudista pero hoy acoge también al resto de bañistas. Sus aguas cristalinas y su extenso arenal de arena blanca y fina te harán olvidar Rodas por unas horas.
Para acudir a la isla no tienes más que solicitar un permiso de acceso, calzarte unas buenas zapatillas y disfrutar de sus paisajes y playas.
Sanxenxo, la joya turística de las Rías Baixas
A pesar de cargar con decenas de tópicos, como ser un destino exclusivo de playa gracias a su especial microclima, Sanxenxo ofrece al viajero muchos otros atractivos, como una cuidada gastronomía a base del marisco de su ría, de excelente calidad y rutas costeras para los amantes del senderismo . Es un enclave privilegiado para visitar otros lugares próximos como la vecina Portonovo, el bello pueblo de Combarro, la cercana isla de Ons o la también turística Illa de Arousa. Por todo ello se revela como un destino muy interesante no sólo en verano, sino en cualquier época del año.
Su playa de Silgar es uno de los arenales urbanos más bellos de Galicia y de los más cotizados en temporada estival y el mirador de A Granxa uno de los mejores de la zona.
Raxó, auténtico sabor marinero
Un pequeño pueblo marinero que a veces pasa desapercibido entre los numerosos encantos de la ría es Raxó, donde encontrar la esencia marinera de los pueblos costeros gallegos que en algunos lugares costeros cuesta apreciar. Aquí comerás los mejores pescados y mariscos de la ría de Pontevedra y podrás relajarte en su playa sin miedo a las aglomeraciones.
Combarro, hórreos a pie de mar
En uno de los destinos costeros más emblemáticos de Galicia te esperan hasta 60 hórreos, construcciones del siglo XVIII en las que se guardaban las cosechas, el pescado para ser secado al viento y hasta algunos aparejos de pesca. Los hórreos de Combarro representan la tipología del granero gallego de estructura rectangular en granito. Sólo 30 de estos ejemplares están orientados al mar, formando la típica estampa por la que se ha hecho conocida esta bella población marinera. Para contemplar esta singular escena debes dirigirte hacia la playa de Padrón, donde la panorámica de los hórreos junto al mar es, simplemente, perfecta.
Pasea el resto del pueblo y encontrarás casas marineras y numerosos cruceiros, fuentes y plazas que forman parte de la arquitectura tradicional de las Rías Baixas.
Monasterio de Poio, un cenobio medieval
Muy cerca de la ciudad de Pontevedra, dirección Sanxenxo, se encuentra uno de los conjuntos monásticos más interesantes de Galicia, el Monasterio de San Xoán de Poio, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1970.
En él encontramos una interesante iglesia abacial del s. XVI y dos hermosos claustros, además de dos curiosidades: la biblioteca privada más importante de Galicia, con más de 120 mil ejemplares y, en sus jardines, el hórreo más grande en superficie de la comunidad, con 123 metros cuadrados, conocido como “la hórrea de Poio”.
Casco histórico de Pontevedra
Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1951, el casco histórico de Pontevedra es uno de los mejor conservados y más extensos de Galicia, y el más relevante después del de Santiago de Compostela. Además es muy fácil recorrerlo, pues Pontevedra es una ciudad para conocerla caminando tras el plan de peatonalización que le ha valido el reconocimiento europeo.
Conventos, iglesias, casas tradicionales y señoriales, escudos heráldicos, fuentes y cruceros se suceden a lo largo de su entramado de calles. Pero sin duda en esta zona vieja de la ciudad destacan sus plazas, centro de reunión de los vecinos, núcleo del ocio pontevedrés y de la vida en el exterior. Por último, uno de los símbolos de Pontevedra, la Praza de A Peregrina, por donde entra el Camino Portugués que lleva hacia Compostela.
Illa de Tambo, un vergel en medio de la ría
Con el corazón en la mano, definiríamos Tambo como un jardín en medio de la ría de Pontevedra, pero lo cierto es que se trata de una isla militar con instalaciones igualmente militares y de acceso restringido debido precisamente a ese carácter castrense.
La Illa de Tambo es una pequeña isla que en la Edad Media acogió a una comunidad religiosa y que también sirvió de refugio a nobles y curas en épocas de epidemias. Hoy en día sólo se puede visitar en contadas ocasiones, con la autorización de la Escuela Naval Militar de Marín y de la mano de la asociación Irmandade Illa de Tambo, que realiza varias excursiones anuales a la isla, pero siempre es un placer observar su silueta ovalada y boscosa en medio de la ría.
Pazo de Lourizán, el reino de la camelia
En la parroquia de Santo André se halla un impresionante edificio palaciego de grandes dimensiones y estilo modernista. Es el Pazo de Lourizán, que destaca por sus inmensos ventanales y su elaborada decoración ornamental.
Sus magníficos exteriores albergan un importante muestrario de especies forestales y un jardín botánico lleno de especies de todo el mundo, con numerosas variantes de camelias, lo que le ha valido estar incluido, junto con otros pazos y castillos, en la Ruta de la Camelia de Galicia.
Marín, mar y monte
El litoral de Marín ofrece playas de aguas cristalinas y arena fina. Y de fondo, el verde de la montaña del Parque de Cotorredondo, con el amplio mirador del mismo nombre que nos permite disfrutar de una completa panorámica de las Rías de Arousa, Pontevedra y Vigo.
Los petroglifos de Mogor y el Parque los Sentidos completan la oferta de cultura y ocio que ofrece Marín al viajero, que no debe abandonar la localidad sin degustar los mejores productos del mar regados de un buen albariño.
Mirador de Cotorredondo, vistas de vértigo
El mirador de Cotorredondo forma parte del espacio natural más importante de Marín, el Parque de Cotorredondo. En él encontramos el lago Castiñeiras y juntos conforman una de las zonas de ocio al aire libre más importante del Morrazo.
Desde este mirador, a 550 metros de altitud, obtenemos una gran vista de la ría de Vigo con el puente de Rande y la isla de San Simón y, si el día amanece despejado, se pueden avistar las rías de Arousa y de Pontevedra.
Puerto de Bueu, esencia marinera
No hay muchos municipios en Galicia que reflejen tan bien su esencia marinera y la importancia de la industria conservera en la comunidad como Bueu. Su puerto, su lonja y sus museos son monotemáticos, hablan del mar, el gran protagonista en la vida de los bueuenses y un gran atractivo para los turistas que visitan la zona dispuestos a degustar sus deliciosos pescados y mariscos.
Ría de Aldán, al límite de la Ría de Pontevedra
Como una pequeña ría en miniatura que se esconde en otra más grande. Así podríamos definir la encantadora y minúscula ría de Aldán. Cada vez más gente repara en ella, pero hasta ahora era uno de los secretos mejor guardados de las Rías Baixas.
Aquí se encuentran hasta 20 playas de fina arena e incontables calas que sólo conocen los vecinos de la zona, a las que llegar constituye toda una odisea. La recompensa es disfrutar de los mejores rincones vírgenes de la ría de Pontevedra.
Emma Sexto