Los hórreos gallegos reciben diferentes nombres en función de la provincia o zona donde se encuentren. Ya sean conocidos como canizos, cabazos, piornos o paneiras, estas construcciones típicas de uso agrícola forman parte de la identidad y cultura de Galicia, habiéndose convertido con el paso del tiempo en un rasgo característico de la arquitectura tradicional del rural y el paisaje campestre ―o marinero, en el caso de localidades como Combarro. 

Galicia suma a la lista de gigantes del mundo varios de sus hórreos, entre ellos el de Araño, en Rianxo, que con sus 37,05 metros de longitud ostenta la medalla de oro entre los más largos de España. Le siguen muy de cerca dos hórreos coruñeses, el de Lira, con 36,53 metros de largo, y el de Carnota, que alcanza los 34 metros. Ahora, la Asociación para la Defensa do Patrimonio Cultural Galego (Apatrigal) acaba de incorporar una nueva construcción a este ranking mundial, concretamente un hórreo enmarcado en el histórico Pazo da Golpelleira que no constaba en ningún registro oficial hasta la fecha. El piorno vilagarciano, construido en el año 1858, comprende una longitud de 21,6 metros y 1,55 de ancho, lo que le convierte en el trigésimo segundo más largo del mundo

El hórreo de récord de A Golpelleira

Vista aérea del pazo y el hórreo a su derecha. Foto: Pazo da Golpelleira

Hasta hace relativamente poco, nadie podía imaginarse que el corazón rural de Vilagarcía de Arousa albergaba una joya histórica de récord. Ni siquiera los propietarios del Pazo da Golpelleira eran conscientes del valor inestimable de este hórreo emplazado en su finca privada. Lo cierto es que la antigua casa solariega ―que hunde sus raíces en el siglo XVI― se convirtió en el año 2013 en un auténtico escenario de cuento para eventos, con una zona ajardinada de cerca de 6.000 metros cuadrados que suma elementos tan destacados como un elegante patio de armas, el invernadero acristalado de estilo inglés y una capilla dedicada a la mexicana virgen de Guadalupe. 

El caso particular del monumental hórreo, este fue descubierto recientemente por Javier Torres, socio de Apatrigal, que en una de sus prospecciones digitales por el territorio encontró este singular elemento patrimonial y dio aviso a la asociación del hallazgo. Tras realizar las comprobaciones pertinentes ―ya que para entrar en el ranking mundial se deben superar al menos los veinte metros de largo―, el hórreo vilagarciano pasó a formar parte este mes de abril del selecto grupo de construcciones excepcionales. Con unas dimensiones de 21,60 metros de longitud y un ancho que ronda los 1,55 metros, el hórreo de A Golpelleira ha logrado posicionarse en el número 32 del listado mundial. Cabe destacar que la mayor parte de estos graneros se encuentran repartidos entre Galicia (a la cabeza), Asturias y Portugal, aunque también existe alguna excepción interesante como el moderno y kilométrico hórreo de Serbia

Otro singular hallazgo gallego en los últimos días

Paneira de la Rectoral de Cobres, Vilaboa. Foto: Apatrigal

Más allá del hallazgo de récord en Vilagarcía de Arousa, otro de los grandes hitos de los últimos días nos traslada hasta el municipio pontevedrés de Vilaboa, concretamente a la Rectoral de Cobres, lugar donde se localiza la paneira más grande de toda Galicia y la segunda del mundo en tamaño. Es importante señalar que estas construcciones típicas, similares a los hórreos pero con diferente funcionalidad, suelen resultar mucho más comunes en lugares como Asturias. En el caso de esta paneira gallega construida alrededor del siglo XVIII, sus dimensiones alcanzan los 21,50 metros de largo y los 7,05 de ancho. Esta especie de almacén del pan de la Rectoral de San Adrián de Cobres está compuesto por dos plantas con utilidades diferentes: la principal, que servía para llevar a cabo todas las labores relacionadas con el pan; y un semisótano destinado a la bodega y el lagar de la propiedad.