Los 11 edificios que reconoces si eres de Pontevedra
El casco antiguo de Pontevedra es uno de los más bonitos y mejor conservados de la provincia, por eso todo buen pontevedrés conoce sus edificios históricos más emblemáticos
28 enero, 2021 06:00La ciudad de Pontevedra tiene un impresionante casco histórico, declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1951 y considerado uno de los mejor conservados de España. Los soportales de las calles más céntricas son lo que caracteriza a la mayoría de los edificios históricos de la ciudad, que acompañan a un sinfín de construcciones sacras que hacen las delicias de los peregrinos que recorren el Camino Portugués.
Plazas y fuentes acompañan a los monumentos más conocidos de la Boa Vila, componiendo un casco antiguo impresionante y de obligada visita. En Treintayseis hemos elaborado una pequeña lista con los edificios más emblemáticos de la ciudad.
Iglesia Virgen Peregrina
La "patrona popular" de la ciudad, la Virgen Peregrina, da su nombre a la iglesia más conocida del centro histórico de Pontevedra. Con su especial planta circular y sus impresionantes vidrieras, este pequeño templo es uno de los edificios más conocidos de la villa y punto de peregrinación obligatorio para católicos y amantes de la arquitectura y el arte.
Convento de San Francisco
Sobre la Plaza de la Herrería se erige este gran convento franciscano, cuya escalinata permite contemplar la plaza y la iglesia de la Virgen Peregrina en unas vistas únicas y espectaculares. Sus jardines y la gran fuente que los preside son blanco de miles de fotos en los días de sol, y poco tienen que envidiar al espectacular interior de la iglesia y su enorme vidriera.
Junto al Convento de Santa Clara, este gran edificio del siglo XIII conforma uno de los "imprescindibles" de la arquitectura sacra de la ciudad que todo pontevedrés sabría reconocer en cualquier fotografía.
Casa de las caras
Este pazo urbano es poco conocido, pero no por ello menos curioso. Preside la pequeña Praza da Estrela, anexa a la Herrería, donde se despliegan las terrazas en los días soleados y los pontevedreses disfrutan del buen tiempo en un emplazamiento privilegiado.
El nombre de este edificio se le da por los cuatro bustos que adornan su fachada principal, que se dice que son los de la familia hidalga que ostentó la primera propiedad del pazo, los de Barbeito y Padrón.
Basílica de Santa María la Mayor
Esta impresionante iglesia emerge sobre la antigua muralla medieval y se puede contemplar desde varios puntos de la ciudad. Alta e imponente, esta iglesia transporta a los visitantes al medievo gracias a sus espectaculares contrafuertes y su gran nave central, una vista que sobrecoge nada más entrar en el templo.
Casa Consistorial
La antigua Casa do Concello de Pontevedra preside la Alameda desde el final de la calle Michelena, una de las más conocidas y frecuentadas de la ciudad. De inspiración parisina, la fachada de este edificio se erige sobre cuatro columnas jónicas muy ornamentadas y, si las puertas están abiertas, se puede ver desde el exterior su espectacular escalinata de estilo imperial.
Ruinas de Santo Domingo
Esta construcción destaca por lo evidente: falta la mitad del templo. Lo que los dominicos comenzaron a construir como un templo gótico en el siglo XIII terminó como una obra inconclusa de estilo neoclásico, cuando se intentó reconstruir en el XVIII. Actualmente se puede ver todo el interior del edificio desde la que sería la entrada principal, aunque si se observa desde el lateral que da a la calle Riestra parece una iglesia "entera".
Instituto Valle-Inclán
De los más antiguos de Galicia y el más antiguo de la provincia, pocos son los que no han visto alguna vez la imponente fachada de este edificio, uno de los más visitados de la Alameda. Este peculiar centro educativo ha contado con profesores de la talla de Ramón Sobrino, Lousada Diéguez, Castelao, Filgueira Valverde o Torrente Ballester, que le dan la fama y el prestigio que mantiene hoy día.
Edificio Castro Monteagudo y Edificio García Flórez
Forman parte del Museo de Pontevedra y, aunque todos los ciudadanos los han visto alguna vez, pocos saben sus nombres. En uno de los laterales de la preciosa plaza de la Leña se encuentran estos dos pazos urbanos, unidos entre sí por un puente de piedra bajo el que se puede pasar para acceder a la calle contigua.
Lo más conocido del Edificio Castro Monteagudo sea, quizás, que el fundador del Museo, Castelao, influyó mucho en su rehabilitación incluso llegando a diseñar algunas de las reformas que luego se aplicaron.
Pazo Mugartegui
Este edificio es uno de las mejores representaciones del barroco urbano de la ciudad de Pontevedra y hoy día es la sede del Consejo Regulador de la D.O. Rías Baixas. Sus espectaculares soportales son lo que más llama la atención, además de su precioso balcón volado con su barandilla de hierro y sus contraventanas de madera blanca.
Casa del Barón
El actual Parador de Pontevedra fue el primero instalado en Galicia, en el año 1955, en la antigua casa de los Condes de Maceda. Espectacular por fuera y por dentro, este edificio destaca por sus imponentes dimensiones y por su ornamentación señorial, que recuerda a los tiempos en los que los nobles mostraban en sus pazos sus riquezas y la importancia de su posición política.
Casa das Campás
Este edificio presume de ser el más antiguo y mejor conservado de la ciudad. Se le llama así porque cuando la iglesia de San Bartolomé el Viejo todavía ocupaba el edificio de enfrente (el actual Teatro Principal) no tenía campanario, y se usaba el carillón de la casa para llamar a los feligreses.
También fue la primera "sede" del conocido Bar Pitillo, en el que se regalaba un cigarro a cada cliente. Hoy es la Vicerrectoría del Campus pontevedrés de la UVigo.
Además, existe también una leyenda que habla de un tesoro pirata entre las paredes de esta casa. Se cuenta que el pirata Benito Soto, el capitán del Burla Negra ejecutado en el siglo XIX por los ingleses, dejó un gran tesoro aquí encerrado antes de su muerte.