De norte a sur del territorio, los pazos forman parte de la historia e imagen de la Galicia más señorial. Un patrimonio civil donde estas emblemáticas construcciones han sido las grandes protagonistas, sobre todo desde el siglo XVII, cuando abandonaron su finalidad defensiva para convertirse en residencias de nobles y otras figuras relevantes en la sociedad de la época. Hoy en día, muchos de estos pazos pueden presumir de conservar una riqueza arquitectónica, cultural y botánica que los hace únicos.
La provincia de Pontevedra concentra un gran número de antiguas casas solariegas que con el paso del tiempo han cambiado su finalidad y ahora experimentan una segunda vida en forma de proyectos gastronómicos ―incluso bajo el sello de Estrellas Michelin―, enológicos e incluso cinematográficos. En esta ocasión os proponemos un recorrido a través de diez de los pazos históricos más bonitos y destacados de la región para descubrir la metamorfosis vivida y los nuevos propósitos que guian a cada uno de ellos.
Pazo de Lourizán (Pontevedra)
En el lugar de Herbalonga, a unos 4 kilómetros del centro de Pontevedra, el Pazo de Lourizan es probablemente uno de los más reconocidos y representativos de la provincia. Su origen se remonta al siglo XV, a una antigua granja de la que hoy por hoy sólo se conserva el palomar. Esta antigua casa solariega de estilo modernista vivió su mayor etapa de esplendor durante el siglo XIX, momento en el que Eugenio Montero Ríos se hace con la propiedad y encarga la reforma completa del edificio además de adquirir hasta 54 hectáreas de terreno.
A pesar de su todavía estado de abandono , en la actualidad los exteriores del Pazo de Lourizán conforman el escenario de uno de los jardines más importantes de las Rías Baixas, con varias especies dentro del Catálogo Galego de Árbores Senlleiras y declarado Bien de Interés Cultural debido a su enorme riqueza botánica. De hecho, incluso forma parte de la Ruta de la Camelia. La Xunta de Galicia está pendiente de hacer una reforma del espacio y abrir el Pazo de Lourizán a nuevos usos tales como la iniciativa planteada por Ence de crear un centro de I+D Forestal y la Bioeconomía.
Pazo Gandarón (Pontevedra)
Situado en la parroquia de Salcedo, el Pazo de Carballeira de Gandarón fue construido por orden del arzobispo Sebastián Malvar a finales desde el siglo XVIII bajo una estética marcadamente barroca. Cabe destacar que a mediados del siglo XIX el pazo pasó a manos de Jerónimo Malvar e Taboada, figura a la que se le atribuye la ampliación del edificio y la creación del jardín privado. En la actualidad, el pazo todavía conserva su estilo original y elementos típicos de las antiguas casas solariegas, como un cenador, estanques, un hórreo de 22 pies o la capilla, hoy convertida en museo. Pero sin lugar a dudas, una de las cosas más interesante de la historia reciente del Pazo de Gandarón es que desde el año 1928 la propiedad es sede de la Misión Biolóxica de Galicia, un centro dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) que tiene como objetivo llevar a cabo investigaciones y trabajos de biología para aplicaciones en el campo de la agricultura y ganadería.
Pazo da Oliva (Vigo)
El Pazo da Oliva conforma una de las joyas arquitectónicas del Casco Vello de Vigo, representando el KM 0 de la ciudad tanto a nivel geográfico como histórico, ya que su origen se remonta a las primeras construcciones que los caballeros templarios erigieron sobre la ladera adyacente a la ría de Vigo en el siglo XII, aunque la construcción del palacio como tal resulta algo posterior. Tras una rehabilitación completa del edificio, a finales del 2022 el Pazo da Oliva reabrió sus puertas en forma de proyecto multidisciplinar capaz de conjugar una oferta cultural, social y gastronómica bajo un mismo techo. De hecho, el estrella Michelin Pepe Solla es el encargado de dirigir el apartado culinario del espacio, el cual se encuentra dividido en tres secciones muy diferentes: el restaurante El Olivo, la coctelería Monkey Bar y un lounge bar conocido como Templario.
Pazo Museo Quiñones de León (Vigo)
Declarado en su conjunto como Monumento Histórico-Artístico y Bien de Interés Cultural, el Pazo-Museo Quiñones de León es reconocido por albergar una de las colecciones permanentes de pintura gallega del siglo XX más destacadas, así como por los impresionantes exteriores de influencia inglesa y francesa que rodean el entorno. La casa señorial se encuentra en las inmediaciones del famoso Parque de Castrelos y hunde sus raíces en una antigua construcción conocida de forma popular como Pazo o Torre de Lavanderia. En el año 1924, la propiedad fue cedida por el marquesado del Pazo de Quiñones de León a la ciudad con la condición de establecer en ella un museo y un parque de carácter público.
El espacio museístico abrió sus puertas en el año 1937, destacando diversas colecciones de arte nacionales e internacionales, muchas de ellas fruto del legado de la figura de Policarpo Sanz. El Pazo-Museo también dispone de un departamento en exclusiva dedicado a la arqueología, con piezas procedentes de diferentes rincones de la comarca de Vigo. En lo que respecta a los exteriores de la propiedad, el Pazo de Quiñones de León puede presumir de tener uno de los jardines más impresionantes de la ciudad Olívica, dividido en seis partes que incluyen el parque de acceso, la rosaleda, la solana o el bosque. Las camelias son las grandes protagonistas de estas zonas verdes en las que el visitante también puede recorrer un jardín francés de estilo barroco o un agreste y natural jardín inglés conocido como "Pradera do Té".
Pazo da Buzaca (Moraña)
En el corazón rural de Moraña, el Pazo da Buzaca se ha convertido en un enclave de lujo para eventos bajo la firma de Pepe Vieira. El reconocido chef gallego con Estrella Michelin quiso reforzar hace unos años su apuesta hostelera con el alquiler de este emblemático pazo del siglo XVI, propiedad todavía de la familia y linaje de los Varela. En la actualidad, el Pazo da Buzaca funciona como servicio de alojamiento y espacio para la celebración de bodas y otro tipos de eventos. En su conjunto hablamos de cuatro hectáreas de jardines, arboledas centenarias y elementos típicos de las antiguas casas solariegas rodean la propiedad principal, que se erige majestuosa en plena naturaleza y que ahora también convive con algunos espacios recovertidos (la antigua casa de los guardeses y las caballerizas) o nuevos y modernos rincones como el gran salón-comedor o la piscina.
Pazo Baión (Vilanova de Arousa)
De emblema del narcotráfico a meca del enoturismo, la historia de Pazo Baión en Vilanova de Arousa es una de las más curiosas y destacadas de la comarca do Salnés. Para conocer el origen de la propiedad hay que remontarse hasta el siglo XV, concretamente a una casa-torre fundada por los Sarmiento y conocida popularmente como Casa de Fontán. La historia de este pazo gallego es a su vez la historia de la emigración o el narcotráfico en Galicia, pero también la de un auténtico referente en el mundo del vino en las Rías Baixas.
A principios del siglo XX, un emigrante gallego que había hecho fortuna al otro lado del charco se hizo con la propiedad, ordenó la reconstrucción del pazo y llevó a cabo otras reformas en los terrenos de la finca tales como la habilitación de una zona para el cultivo del cereal y la creación de una pequeña bodega destinada a una producción de vino muy reducida. Una de las etapas más polémicas del Pazo Baión dio comienzo en los años ochenta, cuando la titularidad de las cerca de 300 hectáreas de fincas y viñedos pasaron a manos del narcotraficante gallego Laureano Oubiña y su mujer Esther Lago, convirtiéndose en un símbolo de la ostentación y la impunidad de la época. En el año 2008, Conde de Albarei se hizo con la propiedad, logrando renovar por completo la imagen del pazo y posicionándose como uno de los referentes del enoturismo en Galicia.
Pazo da Oca (A Estrada)
En las Terras do Ulla, muy próximo a la conjunción de los ríos Boo y Mao, se alza majestuosa la imagen del Pazo da Oca en A Estrada. A día de hoy, esta antigua construcción es conocida por muchos como el "Versalles gallego" debido a la geometría y variedad de especies de su jardín, también declarado Bien de Interés Cultural. Las plantaciones puramente ornamentales conviven con las hectáreas de viñedos, huertas de kiwis y e históricas filas de manzanos. Una de las curiosidades de la historia de este emblemático pazo pontevedrés es que Almodóvar lo seleccionó como escenario para una de sus películas más aclamadas: La piel que habito (2011).
El relato de vida del Pazo da Oca hunde sus raíces en una antigua fortaleza del siglo XII, aunque bien es cierto los primeros vestigios materiales conservados del edificio datan de mediados del siglo XV y son contemporáneos de los primeros señores de Oca (Álvaro de Oca y su hijo Suero) de los que existe una referencia documental. También las históricas familias de los Neira, los Gayoso o la Casa de Comarsa estuvieron al frente de la propiedad en diferentes épocas y hasta integrarse en el patrimonio de los duques de Medinaceli, actuales propietarios del Pazo da Oca.
Pazo da Touza (Nigrán)
En el municipio pontevedrés de Nigrán, el Pazo da Touza forma parte del patrimonio arquitectónico gallego del siglo XVI y está considerado uno de los edificos más emblemáticos del Val Miñor, si bien es importante señalar que la construcción sufrió importantes remodelaciones hasta la primera mitad del siglo XX. La propiedad en cuestión suma una finca de más de 40.000 metros cuadrados, con elementos típicos de las antiguas casas solariegas que se mantienen en un estado perfecto de conservación y con un jardín autóctono de camelias, árboles centenarios y un laberinto de buxo. De hecho, en la actualidad el Pazo da Touza acoge un hotel y restaurante destinado a la celebración de todo tipo de eventos.
Pazo Torres de Agrelo (Redondela)
Ubicado en Redondela, el Pazo Torres de Agrelo conforma un conjunto arquitectónico repleto de magia e historia, cuya existencia hunde sus raíces en un antiguo monasterio franciscano del siglo XVI. El edificio en cuestión sufrió un terrible incendio y fue consumido por las llamas, si bien fue reconstruido al poco tiempo. Con todo, el abandono de la propiedad fue inevitable a raíz de la gran desamortización de mediados del siglo XIX, un proceso de incautación y venta de los llamados bienes de "manos muertas" (la Iglesia y los municipios, de un modo fundamental) que no se podían enajenar, es decir, ni comprar ni ceder.
El Pazo Torres de Agrelo fue restaurado a finales del siglo XX para la celebración de todo tipo de bodas y eventos. El edificio principal luce dos torres almenadas en su estructura y dispone de hasta 9 habitaciones con baño completo y decoración de época y estilo clásico. Además, cabe destacar que los exteriores del pazo suman más de 80.000 metros cuadrados de superficie verde y albergan multitud de especies arbóreas únicas en toda Galicia.
Pazo Torre la Moreira (Arbo)
Este pazo fortificado en la localidad de Arbo acoge desde 1968 las bodegas de la marca Marqués de Vizhoja, aunque el origen de su estructura se remonta al siglo XVIII. Es importante señalar que en su día la bodega fue constuída por D. Mariano Peláez, miembro fundador del Consejo Regular de la D.O. Rías Baixas y gran defensor de la recuperación de uvas autóctonas. Por su carácter defensivo, el Pazo Torre la Moreira se encuentra situado en una posición estratégica en la frontera entre Galicia y Portugal, con unas impresionantes vistas de toda la zona del valle. El edificio principal, de aire señorial y militar, está formado por dos plantas en sillería y cachotaría pintada, con ventanas rectangulares enmarcadas en el propio bloque de piedras.