El barrio marinero de Bouzas fue independiente hasta 1904: sus habitantes vivían de la pesca de bajura y de la industria conservera, mucho más importante que la del vecino Vigo. Una flota pesquera que ya suscitaba envidias en el siglo XVI y que se fabricaba en los astilleros que más tarde dieron fama a la Ciudad Olívica.
A día de hoy Bouzas es uno de los barrios con más historia de Vigo, una historia de cuentos de mar y casas bajas, que bien merecen un paseo en el que sumergirse en la villa marinera de principios de siglo.
De puerto pesquero a villa
En el siglo XVI se otorga al puerto de Bouzas el derecho de ser alfolí, un depósito de sal y de carga y descarga de mercancías. Pertenecía entonces al obispado de Tui, todavía no era una entidad municipal independiente, pero la rápida proliferación de la industria y la consolidación del puerto como referente en el tráfico de mercancías lo convertirán en ayuntamiento a mediados de siglo.
Son los propios prelados los que se encargan, en la primera mitad del siglo, de dotar al puerto de la infraestructura necesaria para poder transportar mercancías y comerciar con todo el mundo. Es en 1542 cuando la villa reúne a tanta población que se deciden a construir la iglesia de San Miguel, entonces una ermita, que dotaría definitivamente a la villa de independencia con respecto a Coia, de la que dependían todos los asuntos religiosos.
Por todo esto, Bouzas se constituye como Ayuntamiento en 1555, cuando ya goza de una industria consolidada, un puerto de mercancías más importante que el de Vigo y una ermita propia. De hecho, escritos de la época hablan de una lucha constante contra "los celosos vigueses", que arremetieron en varias ocasiones contra el puerto de la villa, porque gozaba, entre otras ventajas, de libre comercio de mercancías (estaba exento de aranceles).
Piratas en la ría
Una vez consolidada la Villa, hubo que reconstruir la ermita, que no tenía espacio suficiente para toda la población que vivía en Bouzas en la segunda mitad del siglo XVI. Pero mientras se acaban las obras llegan noticias de la venganza marítima de los ingleses, a manos del pirata Francis Drake, que atacaba Coruña en 1589.
Poco más de un mes después del ataque en la Costa da Morte, Drake entra en la ría de Vigo a saquear y quemar casas, iglesias y castillos. Así se pierde la renovada iglesia de San Miguel, que perece bajo las llamas inglesas, junto con algunos cruceiros y varias casas. Fue en 1596 cuando la iglesia pudo terminar de reconstruirse y se retomó la actividad parroquial normal.
Industria marinera
La geografía de Bouzas fue la razón principal de que su puerto se convirtiese en uno de los más importantes de la ría durante la edad media. Los habitantes de la villa vivían del mar desde la época Celta, y construían sus propias embarcaciones, conformando una flota pesquera que en el siglo XVI ya suscitaba envidias. Quizás fue el buen hacer de los boucenses o su conocimiento del mar lo que hizo que el Obispado de Tui les concediese importantes ventajas para convertirse en ese puerto de referencia.
Así, se le otorgó la calidad de puerto franco, libre de aranceles y sin limitaciones de pesca. También se construyeron grandes muelles en los que pudiesen atracar buques mercantes más grandes que los que cabían en Vigo, atrayendo un tráfico comercial de mayor calado hacia Bouzas.
Paralelamente, se iba desarrollando una importantísima industria conservera y de salazón, llegando a exportar productos a toda Europa e incluso al entonces conocido como Nuevo Mundo. Llegaron a venir empresarios desde Cataluña atraídos por la excelente industria "sardinera", con el fin de crear conserveras que aprovechasen el producto gallego y los conocimientos empresariales catalanes.
Reorganización nacional de municipios: la anexión a Vigo
Es en 1904 cuando la Villa de Bouzas se anexiona al vecino Vigo. Fue una reforma estatal la que obligó a la anexión, en vista de que los municipios proliferaban y crecían hasta confundirse, y ya en el siglo XX era difícil manejar tal cantidad de entidades independientes. Por ello, Alfonso XIII firma una Ley en la que obliga a que Vigo y Bouzas conformen un único Ayuntamiento, pasando varios concejales boucenses a formar parte del pleno vigués.
Esta unión fue una anexión, aclaran los historiadores, pues Bouzas jamás dejó de mantenerse como puerto independiente y de mayor importancia que el de Vigo, aunque a nivel organizativo ambos formasen parte de una sola ciudad. La pequeña villa marinera conserva hasta día de hoy sus características, su personalidad y su curiosa arquitectura, lo que permite que los visitantes sigan viajando a la época del esplendor de la vida pesquera cuando pasean por las calles del barrio.