Cuando uno se sube a los barcos que se dirigen a las Islas Cíes, tiene muy claro que comienza una experiencia impresionante en todos los sentidos. Paisajes maravillosos, aguas cristalinas, brisa del mar, cielos majestuosos e infinidad de rutas, planes y actividades que realizar; las Cíes son el paraíso de la ría de Vigo. El que ha ido quiere volver, y el que no las ha visitado aun, no puede esperar a hacerlo.
Este archipiélago gallego está conformado por tres islas: Monteagudo, Montefaro y San Martiño. Las tres han sido declaradas parque nacional protegido y, a nivel europeo, están integradas en la Red Natura 2000. Incluso, en el año 2013, se iniciaron los trámites para que se declarasen patrimonio de la humanidad, una candidatura que, por ahora, no ha logrado.
Algo que es indudable es la belleza que albergan estas islas. Su alto valor natural es sobradamente conocido, tanto por los expertos como por aquellos que ponen un pie en su territorio. Sus paisajes, junto con su flora y fauna, han provocado que se haya convertido en uno de los entornos más fotografiados de Galicia, dando lugar a infinidad de imágenes impresionantes que abundan en la red.
Hoy, desde Treintayseis, hacemos un recorrido por algunas de las fotografías de las Islas Cíes, empezando por un cielo del atardecer con las islas de fondo, y es que, no hay imagen que no mejoren las Cíes.
Los impresionantes paisajes de las islas
La belleza de las Islas es indudable y sobradamente reconocida pero, a muchos les gustaría poder observarlas en su totalidad desde las alturas. Es posible sobrevolar las Cíes en un paseo en avioneta desde 195€ -tres personas-, sin embargo, gracias fotografías como esta uno puede hacerse una idea de manera completamente gratuita.
La playa de Rodas suele ser la gran protagonista de las fotografías y las visitas a la isla, pero esta imagen de la playa de Nuestra señora de Carracido hace que apetezca adentrarse por los caminos y probar entornos nuevos para el baño. Lo cierto es que todas las playas de la isla tienen un encanto especial y, también hay que decirlo, unas aguas congeladas.
Los acantilados de las Islas, despiertan una sensación compleja en todo aquel que los observa. La magnitud impresiona, pero, cuando la luz se torna dorada por el atardecer, transmiten una calma especial, algo que ha captado muy bien esta instantánea.
Esta imagen aérea del último tramo de la ruta del Monte Faro, que en su totalidad son 3,5 kilómetros, puede despertar las ganas de ascender sus 178 metros de altura o acobardar a algunos. Por algo se considera una "ruta para valientes". Lo que está claro es que las vistas desde lo alto no se pueden describir ni con una fotografía.
La ruta del Faro da Porta, en lo alto de un acantilado, es algo más sencilla y corta. Un paseo suave de baja dificultad con el que disfrutar del paisaje de la isla. En esta fotografía el faro se convierte en un punto minúsculo entre rocas y agua, algo realmente hermoso.
Esta instantánea, desde la perspectiva de la Isla de San Martiño, nos muestra una imagen diferente de las Cíes. Para acceder a esta isla es necesario contar con embarcación propia, ya que no tiene línea en los barcos regulares. Es considerada "la isla secreta de las Cíes".
Visitar las Islas Cíes con días soleados y estupendos es lo común, sin embargo, para aquellos a los que no les gusta exponerse al sol también existe la opción de ir en los meses invernales. Esta fotografía nos muestra una imagen bañada por la niebla, algo que otorga un toque casi mágico a la isla.
Nada comparado como esta otra instantánea, en la que la niebla ha conquistado la isla. Un mar de nubes sustituye al océano, sorprendente y precioso al mismo tiempo.
Cuando comienza a caer la noche los colores rojizos adornan los paisajes de la isla. Muchos aseguran que no hay mejor atardecer que el que se puede ver desde las Cíes. Cielos limpios de contaminación, completamente abiertos, sin edificios de por medio, convierten esta experiencia en algo realmente especial.
Pasar una noche en las islas debería ser algo que todo el mundo pudiese vivir. En los meses de verano es posible gracias al camping que, previsiblemente, abrirá a partir del día 28 de mayo. Sin embargo, en los meses de invierno también es posible contemplar los cielos de Cíes desde los barcos de la naviera. Las islas son consideradas un "destino starlight" increíble, precisamente gracias a la visibilidad de sus cielos, por lo que las navieras organizan visitas de observación astronómica.
Diversidad de flora y fauna
Pero no todo son fotos de paisajes y vistas que hacen enmudecer, en las Islas Cíes la flora y la fauna también son protagonistas de las instantáneas. En las islas se encuentra la colonia de gaviotas patiamarillas más grande del mundo, una especie dominante en Cíes que suma más de 22.000 parejas de ejemplares. Lo más común es darse cuenta nada más llegar a la isla, están por todos lados y en ocasiones pueden ser agresivas.
En esta fotografía se puede ver uno de los principales motivos de la agresividad de las gaviotas de la isla: sus crías. Es muy importante saber que si hay huevos o crías cerca de un lugar es mejor no acercarse, las gaviotas de Cíes no tienen miedo al ser humano y harán cualquier cosa por defender a sus retoños.
Aunque las gaviotas son las protagonistas, la fauna de las Islas Cíes es muy variada. En esta fotografía alguien capturó la imagen de un Lagarto Ocelado, muy habitual en el territorio aunque su presencia ha disminuido en los últimos años.
El petirrojo europeo es un pequeño pajarito muy reconocible por su mancha naranja tan característica. Este animal forma parte de la fauna de las Islas Cíes y es bastante común en el territorio. Está considerado de "interés especial" en el Catálogo Nacional de Especies Amenazadas, por lo que, fotografiarlo está bien pero no molestarlo.
También las flores y plantas, la flora de la Isla, son capturados frecuentemente por las cámaras de sus visitantes. El Barrón, también conocido como Feo da praia, es una planta muy característica de los arenales, que también se puede encontrar en Cíes como se ve en esta fotografía con la playa de Rodas de fondo.
La flora de la isla se compone principalmente de especies autóctonas como el toxo o la xesta, pero el paisaje vegetal es muy diverso. Se pueden encontrar muchísimas especies de formas y colores muy diferentes, tanto en la propia isla, como adornando fotografías de la misma, como en esta al lado del Faro da Porta.
Por supuesto, también las aguas de Cíes albergan gran cantidad de vida. En esta fotografía podemos ver el conocido como O Lago dos nenos, una laguna de agua salada en la isla. En ella hay una gran cantidad de biodiversidad gracias a los refugios que alberga, favoreciendo el desarrollo de fauna piscícola.
Reencuentros y despedidas
Las Islas Cíes acogen durante todo el año a infinidad de visitantes que se bañan, pasean y, desde luego, fotografían todos los espacios que conforman este paraíso marítimo de la ría de Vigo. Desde luego se trata de un enclave que favorece la fotografía gracias a su belleza, de hecho, las navieras organizan recorridos y talleres fotográficos por los distintos archipiélagos del parque.
Las Cíes reciben y despiden día tras día, durante todo el año, a todos aquellos que, ilusionados, se embarcan a vivir la experiencia de conocer por primera vez o de volver a recorrer sus playas, caminos y faros.
Normalmente, cuando uno pisa las islas, ya ansía el reencuentro que tendrá lugar año tras año pero, mientras tanto, quedarán las fotografías como reflejo y recuerdo de un lugar que ya es inolvidable por si mismo.