El seto más famoso de la ciudad de Vigo es también el que más "mundo" ha visto, pues aunque ahora está en Plaza de Compostela, ha pasado por la calle Rosalía de Castro, el barrio de Cabral y, por supuesto, la Puerta del Sol. Convertido en todo un símbolo de la ciudad, este monumento vegetal bautizado como Dinoseto ha pasado por varias rotondas y ha tenido un hijo, Dinosetiño.
Fue hace casi seis años, en mayo de 2015, cuando se instaló "por error" en la rotonda entre Rosalía y la calle Oporto, y en aquel momento el revuelo en las redes fue tal que el Concello de Vigo no pudo hacer oídos sordos. En aquel primer instante no se sospechó que Dinoseto se convertiría en el rey de los selfis y en el emblema más moderno de la ciudad olívica.
Lo cierto es que es toda una atracción turística, un imprescindible para los gallegos que se acercan a la ciudad y una curiosidad que ha llamado la atención de muchos extranjeros.
La historia de una equivocación
En plena recta final de la campaña electoral, Abel Caballero ultimaba las obras de humanización de varias calles, entre ellas la céntrica Rosalía de Castro. En medio de las prisas por acabar las obras, al parecer por equivocación, apareció una escultura vegetal de algo más de tres metros de alto en una de las rotondas. Evidentemente, fue difícil de ignorar.
Rápidamente se retiró, pero Twitter ya lo había convertido en trending topic gracias a las primeras fotos de los usuarios de la red social. Solamente estuvo una hora en Rosalía, pero fue suficiente para que los vigueses se enamorasen de la idea de que un dinosaurio vegetal de tres metros de alto presidiese una céntrica rotonda.
El Concello rápidamente desmintió que su ubicación final fuese la de la rotonda de Oporto con Rosalía, y afirmó que su destino era formar parte del nuevo parque temático del agua que se instalaría en Navia. Tras este "error" las consecuencias fueron virales: memes, páginas de Facebook, perfiles en Twitter…
Para los vigueses no era suficiente que el seto más famoso de las últimas semanas se fuese "a las afueras": reclamaban al dinosaurio en el centro de la ciudad, incluso se llegó a hacer una petición en la conocida web Change.org.
No se sabía muy bien por qué, pero un mes después Vigo amaneció con su nuevo Dinoseto en la Plaza de la Princesa, frente al Sireno. "Tras un breve paseo por Rosalía se fue hacia la zona de Cabral, estuvo allí una temporada, pero decidió venirse a pasar unas semanas a la Porta do Sol", comentaba Abel Caballero.
El regidor afirmó en aquel momento, con la alcaldía otra vez en el bolsillo, que aquel seto jurásico permanecería en la Puerta del Sol "mientras resultase atractivo". Lo que no sabía el alcalde es que la Princesa sería el hogar definitivo de este curioso animal.
Ha nacido una estrella
Indiscutible rey de los selfis, el símbolo más reciente y más famoso a nivel "internacional" de la ciudad de Vigo y, sin duda, la mascota más querida por todos. Dinoseto ha logrado convertirse en seis años en la escultura vegetal con más vida, probablemente, de la península.
El furor que causó el arbusto jurásico a su llegada al kilómetro cero fue tal que varias personas se subieron a su lomo, deteriorando la planta. Por eso, el Concello decidió instalar un photocall de madera en el que los visitantes pudiesen hacerse selfis sin perjudicar al pobre Dinoseto.
Meses después del nacimiento del original, una nueva noticia agitaba Vigo: ¡Dinoseto va a ser madre! Evidentemente, Caballero tuvo que reconocer en aquel momento que el dinosaurio era, en realidad, dinosauria, y que había puesto un huevo que eclosionaría en tres o cuatro semanas.
De este momento hay muchas fotos, pues finalmente el huevo tardó un año en "eclosionar", pero nuestra favorita está tomada por un fotógrafo amateur que merece estar en este artículo. El actual presidente del Gobierno visitó nuestra ciudad en 2016 y, ¡sorpresa! Tiene una foto de Dinoseto y su huevo.
Mientras Dinoseto (o Dinoseta) incubaba a su huevo bajo sus patas, un nuevo miembro de la familia hacía su aparición en Navia. Un triceratops de varios metros adorna desde entonces una de las rotondas de este barrio, en el que se preveía que iba a estar el dinosaurio original.
Hubo que esperar un año para que el huevo eclosionase y naciera Dinosetiño, la entrañable cría del arbusto más famoso de las Rías Baixas. En octubre de 2016, meses después de que Pedro Sánchez fotografiase al emblemático dinosaurio, Vigo disfrutaba del nuevo retoño, que se dio a conocer en un acto multitudinario presidido por el alcalde.
No sabemos si fue el nacimiento de la cría o que Dinoseto ya llevaba un año siendo símbolo de la ciudad, pero poco después del nacimiento vio la luz otro "miembro" de la familia. El programador redondelano Francisco Javier Soto lanzaba un curioso videojuego inspirado en el dinosaurio más famoso de Vigo.
En una ciudad virtual llena de Vitrasa y de coches Citroën clásicos, con personajes como el alcalde Cachamuiña o Dinapoleón luchando en la Reconquista, este juego ha logrado casi las cinco estrellas que los usuarios de Google Play otorgan en sus valoraciones.
El olvido en Plaza de Compostela
Con las obras en la Puerta del Sol, para desgracia de muchos, esta pequeña familia de dinosaurios vegetales tuvo que ser trasladada a la Alameda. Desde el pasado mes de octubre, Dinoseto y Dinosetiño viven allí su "ocaso" como símbolo de la ciudad, pues poca gente los visita ya.
Esta atracción turística ha perdido a gran parte de sus visitantes durante la pandemia, con la ausencia de visitantes en la ciudad de Vigo. A ello ahora se suma el cambio de ubicación, que parece que tampoco está sentando nada bien a la familia Dinoseta.
Habrá que esperar a que Vigo recupere a sus cruceristas, a sus visitantes y su algarabía habitual para ver si Dinoseto sigue causando tanto furor o se ha convertido en un "juguete roto".