Tras dos años de parón obligatorio por la pandemia, la celebración de la Reconquista de Vigo regresa a las calles para rememorar la expulsión del ejército francés, comandado por Napoleón, por el pueblo de Vigo, un alzamiento popular que tuvo lugar el 28 de marzo de 1809 y que convirtió a la todavía villa en la población que menos tiempo estuvo ocupada por los franceses.

Las tropas francesas llegaron a Vigo el 31 de enero y dos semanas después, con la marcha del mariscal Soult con la mayor parte de las fuerzas francesas destino a Portugal, comienzan los preparativos para recuperar la plaza viguesa. Tres días después, en Santa Cristina de Lavadores, se establece el cuartel general de las tropas.

A partir de aquí, surgen los nombres y los protagonistas que labraron un momento histórico para la ciudad, del que nace parte de la nomenclatura que recoge el escudo y que en Treintayseis recogemos, a modo de recordatorio, para vivir la fiesta de este fin de semana con conocimiento de causa.

Francisco Javier Vázquez Varela

Alcalde de Vigo en 1809 tras la destitución de la corporación pro francesa, encabezada por el juez-alcalde José Antonio Alonso Cairo, su posterior labor de desgaste contra los soldados comandados por Antoine Chalot fue clave en la reconquista.

Durante la ocupación, Francisco Javier Vázquez Varela dejó al ejército enemigo sin acceso a los alimentos, provocando la desesperación de los solados, además de enviar apoyos a la resistencia fuera de las murallas, un ejército de más de 300 hombres que se organizaban en la sombra.

Juan de Villavicencio

Nombrado gobernador militar de la plaza el 24 de enero de 1809, el capitán de navío retirado Juan de Villavicencio ha pasado a la historia como el que entregó Vigo a los franceses. A pesar de quedar marcado por este hecho, tratado de cobarde y traidor en la época, en 1812, sometido a un Consejo de Guerra, se le reconoció su hacer prudente al rendirse.

Contaba, en el momento de la llegada de los franceses, con unos 250 voluntarios y tres cañones, mientras los de Napoleón llegaban con mil soldados. Además, no parecía previsible la llegada de refuerzos inmediatos para plantar cara a los franceses.

La actual plaza de A Pedra llevó durante tiempo su nombre.

Antoine Chalot

Tras la salida de la ciudad del mariscal Soult hacia A Guarda, con planes de invadir Portugal por el norte del país, a los mandos de la ocupación de la villa de Vigo se quedó el comandante Antoine Chalot, convertido en gobernador y que arribó 20 días antes del alzamiento, el 8 de marzo de 1809.

La historia lo recuerda como un torpe mandatario militar, al que tres coroneles franceses, años después de la Reconquista, situaron como principal culpable de la pérdida de la plaza viguesa, ya que contaba con 800 hombres, y que no supo organizarlos para defenderse de los sublevados, además de cometer graves errores a la hora de gestionar y aprovisionarse de los víveres para sus soldados.

En cambio, su vida fue el reflejo de un miembro destacado del ejército francés, que previamente a su derrota en Vigo, pasó por históricas batallas, como la toma de la Bastilla o Austerlitz y acompañó a Napoleón en su encuentro con el zar Alejandro I.

Lo cierto es que, una vez derrotado, Chalot, 45 de sus oficiales y más de 1200 soldados quedaron prisioneros en Inglaterra. Eso sí, regresó cinco años después a Francia para defender la capital de las tropas aliadas.

Juan Rosendo Arias Enríquez

Abad de Valladares, es otra de las figuras claves en la organización de la resistencia en la sombra. Alentó la rebelión a sus feligreses desde el púlpito y dio los primeros pasos para montar el cuartel general vigués donde se comenzó a fraguar la reconquista y que, posteriormente, se trasladaría a Lavadores.

Junto al alcalde de Fragoso, Cayetano Parada y Pérez de Limia, otro de los nombres destacados de la Reconquista, fue el encargado de organizar la revuelta. Su actuación le valió la Cruz de Carlos III y el Escudo de Honor.

Pablo Morillo

Se trata de uno de los personajes más controvertidos y, al contrario de Juan de Villavicencio, fue elevado a la categoría de héroe en la época a pesar de que su labor en Vigo es más que discutida, especialmente porque, posteriormente a la Reconquista, como capitán general de Galicia, nombrado en 1832, contribuyó a que Vigo perdiese su capitalidad entrando en la ciudad al frente de las tropas absolutistas en la etapa final del Trienio Liberal.

Como subteniente, participó en la batalla de Bailén contra las tropas napoleónicas en 1808 y viajó por distintos puntos de la península luchando y derrotando a los franceses. Fue el elegido para comandar la resistencia en Galicia y, en Vigo, donde pasó de teniente a coronel, se puso al mando de las tropas para, finalmente, aceptar la rendición de Chalot y sus hombres. Eso sí, su llegada a la ciudad y a la batalla fue tardía, provocó una rebelión entre los que lideraban a la resistencia viguesa y se encargó de atribuirse méritos por encima de otros, como Cachamuiña.

Además, participó también en batallas en las colonias americanas; se le conoció como "El pacificador" porque Fernando VII le encargó que atajase un levantamiento en 1814, pero en Colombia recuerdan su paso como el Régimen del Terror por su crueldad.

En Vigo, existen dos referencias a Morillo: una calle, situada en el entorno de la Plaza de Compostela; y en el monumento dedicado a los héroes de la Reconquista, situado en la Plaza de la Independencia, en el que su figura se alza en lo más alto del conjunto escultórico, a pesar de que su imagen se suele confundir popularmente con la de Cachamuiña.

Cachamuiña

Bernardo González del Valle, conocido como Cachamuiña por haber nacido en la aldea con el mismo nombre, en Pereiro de Aguiar, es uno de los grandes héroes de la Reconquista de Vigo, especialmente recordado en el momento de derribar la Porta da Gamboa, momento cumbre de la acción viguesa contra los franceses.

En la entrada a la ciudad amurallada quedó herido y, a pesar de ser nombrado gobernador de la Plaza de Vigo tras la expulsión de los franceses, su figura nunca alcanzó el reconocimiento nacional que sí recibieron otros en la caída del ejército de Napoleón en Vigo. Así, en 1811 pidió la jubilación como inválido de guerra, una pensión que tardó 17 años en cobrar.

Falleció en 1848 y en 1932, sus restos fueron trasladados a Pereiró, donde se alza un monumento funerario en su honor a la entrada del cementerio.

Carolo

Otro de los héroes más celebrados de la Reconquista, poco se sabe de Carolo, más allá de que era un viejo marinero que participó de manera clave en el derribo de la Porta da Gamboa con su hacha y que fue el primer caído en ese asalto a la ciudad.

Hay algunos autores que, incluso, aseguran que no existió como tal, sino que Carolo es un mito creado a través de la cultura popular y que representa la resistencia colectiva, la lucha del pueblo vigués por recuperar su libertad y su espacio.

Sea como fuere, adquiere forma y fuerza en las representaciones de cada año a las puertas de las murallas de la ciudad y, además, aparece representado en un lateral del monumento a los héroes de la Reconquista, en la Plaza de la Independencia, hacha en mano.

Aurora

Igual que se duda de la existencia de Carolo como tal, el personaje femenino de la Reconquista, Aurora, se sabe que nunca existió. Ella es la representante de las mujeres, básicas también en la recuperación de la plaza viguesa por sus vecinos, pero que, como es habitual, han quedado escondidas en los libros de historia.

El periodista Eduardo Rolland destaca dos nombres: Juana Rial, que regentaba la taberna donde fueron asesinados por los franceses tres vecinos de Vigo, un acto que es el germen de la rebelión; y Manuela del Estanco, encargada de guardar munición en su casa.

Ellas son dos nombres entre los muchos que lucharon en primera línea contra los franceses aquel 28 de marzo de 1809.

James Coutts Crawford

A pesar de que es un personaje colateral en la historia y no aparece en la representación de los hechos que se celebran en la ciudad, el capitán escocés James Coutts Crawford tuvo un papel básico en la victoria viguesa. Su fragata Venus bombardeó las murallas de la ciudad para ayudar a la resistencia.

Además, medió entre los sublevados para evitar una confrontación entre los líderes de la rebelión y Morillo y, por último, fue el que embarcó a los derrotados franceses rumbo a Inglaterra.

Estos son algunos de los nombres de una larga lista de protagonistas de la Reconquista, a los que se podrían añadir los de Joaquín de Silva, Antonio Salgado y Juan Antonio Salgado, los asesinados por los soldados franceses y que fue la mecha que encendió la ira del pueblo vigués contra el invasor; el ya nombrado Cayetano Parada Pérez de Limia, alcalde de Fragoso; Joaquín Tenreiro Montenegro, otro de los artífices de la rendición de Chalot; el capitán portugués Almeida, que con sus hombres participó en la batalla final; o el fraile Andrés Villageliú, uno de los religiosos que participó también en la Reconquista.

Un repaso histórico para conocer, al menos con más detalle, los nombres que participaron en una fecha tan destacada de la ciudad de Vigo que, desde hoy y hasta el lunes, rememorará la hazaña en forma de fiesta popular.