Vigo presume de alma marinera, del mismo modo que su historia e identidad se encuentran marcados por los inquebrantables ritmos del océano. De hecho, elementos tan importantes como la cultura y el patrimonio (material e inmaterial) de la ciudad Olívica llevan siglos vinculados de alguna forma a los fondos marinos, ya sea en lo referente a los oficios tradicionales o las construcciones típicas como en el caso particular de las fiestas populares e incluso la gastronomía local. Un legado vital que cobra especial relevancia en el suroeste del centro vigués, siguiendo la línea costera delimitada por el propio puerto pesquero. Allí, el histórico barrio de Bouzas conforma uno de los grandes ejemplos de la verdadera esencia marinera de esta gran urbe gallega.
Lo cierto es que Bouzas ya destacaba en el siglo XVI por su intensa actividad portuaria y conservera, bastante superior incluso que la del propio Vigo en aquella misma época. No obstante, y a pesar de que su trascendencia se ha ido atenuando con el paso del tiempo, las estrechas y características callejuelas del barrio han logrado conservar una buena parte de este patrimonio marítimo. No es de extrañar por tanto que este rincón vigués fuese el elegido para albergar entre sus límites una colección permanente de esculturas inspiradas en las criaturas marinas que habitan bajo las aguas de la ría de Vigo, en el bautizado y conocido desde entonces como Paseo dos Peixes de Bouzas.
Un encuentro con las profundidades
El Paseo dos Peixes de Bouzas conforma una gran opción a la hora de descubrir los tesoros de la ría de Vigo desde tierra firme. Este precioso derrotero del mar bordea la costa viguesa para sumergirnos de lleno en el corazón de uno de los barrios marineros más antiguos de la ciudad, concretamente a lo largo de 2,5 kilómetros que se extienden desde la propia terminal portuaria y que van más allá de la playa de O Adro, siempre con la majestuosa silueta de las Islas Cíes en el horizonte. Además, el camino en cuestión también dispone de un carril específico para ciclistas y patinadores e incluso escaleras que dan acceso directo hacia el mar para aquellos pescadores habituales.
Dejando de lado el valor natural y paisajístico de esta ruta, el conjunto escultórico que acompaña a cada kilómetro de la senda marítima es sin lugar a dudas el mayor atractivo del Paseo dos Peixes. En total hablamos de diez piezas de bronce creadas por el escultor vigués José Molares que dan forma y vida a diferentes especies marinas presentes en la ría de Vigo. La conexión histórica de Bouzas con el mar se pone de manifiesto en cada una de las esculturas de este singular circuito, las cuales disponen asimismo de su propia placa informativa sobre el ejemplar al que representan. Entre las figuras instaladas, los viandantes podrán encontrar especies tan populares en Galicia como las del pulpo, el mejillón, la centolla o los percebes, pero también otras también típicas de las aguas de las Rías Baixas como el congrio, el escarapote, la lubina, la faneca, la sardina el sargo.
Sobre José Molares y sus otras obras en Vigo
Dedicado casi en exclusiva a la figuración desde sus inicios en el mundo de la escultura ―primero probó suerte con la pintura― , el artista gallego José Molares (Vigo, 1961) acaba de ser seleccionado en el marco del 58º Premio Reina Sofía de la Asociación Española de Pintores y Escultores por su obra "Timandra". La pieza en cuestión forma parte de las 45 pinturas y 27 tallados escogidos de entre los más de 400 trabajos participantes. En cualquier caso, la obra de gran formato del reconocido escultor vigués podrá visitarse hasta el próximo 26 de marzo en la Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid. La escultura mide casi dos metros y representa a una mujer de la mitología griega que trata de simbolizar la belleza, la inteligencia y el liderazgo.
Al margen de su trayectoria profesional más reciente, resulta interesante destacar el hecho de que la figura de José Molares alcanzó una mayor trascendencia a nivel local tras la creación de su escultura insignia en Vigo: la dedicada a Julio Verne y su mundo literario, un monumento en honor al afamado escritor que preside desde hace varios años el Paseo de las Avenidas. La estatua del literato reposa sobre unos tentáculos de pulpo como una especie de guiño a uno de los libros más destacados dentro del mundo de la narrativa inspirada en la ciudad Olívica: Veinte mil leguas de viajes submarino. Además, entre las calles del municipio también se encuentran otras piezas esculpidas por el artista, tales como el Mariñeiro do Gran Sol o la Peixeira do Berbés en los alrededores del puerto pesquero o el homaneje escultórico al arquitecto Manuel Gómez Román en el Edificio Mülder de la calle Montero Ríos.