10 curiosidades sobre Vigo que tal vez no conocías y te van a sorprender
Del origen "altruista" del aeropuerto al marco que sobrevive en pleno centro urbano, la ciudad Olívica esconde entre sus límites algunos de los hitos e historias más interesantes de Galicia
16 febrero, 2024 05:00Vigo es, sin lugar a dudas, una de las ciudades de referencia dentro de Galicia. Esta gran urbe del sur del territorio se ha convertido en el principal motor económico y centro urbano de las turísticas Rías Baixas. De hecho, se trata de uno de los lugares más visitados de la región y recibe cada año a más de 370.000 turistas tanto nacionales como extranjeros. Unas cifras, además, que logra superar cada temporada por méritos propios, pues la ciudad Olívica puede presumir de una ubicación privilegiada, una gastronomía exquisita, un clima suave y por su puesto una enorme riqueza histórica, cultural y patrimonial que recorre todos y cada uno de los rincones situados dentro de sus límites territoriales. Del mismo modo, entre sus grandes avenidas y callejuelas también se encuentran algunos de los hitos e historias más singulares e interesantes de toda Galicia, y es por ello que en esta ocasión hemos preparado una selección con 10 curiosidades que, a lo mejor, no conocías y que, seguro, te van a sorprender.
El origen detrás del lema vigués
¿Sabías por qué Vigo es ciudad fiel, leal, valerosa y siempre benéfica? Esos son todos los adjetivos que dan forma al lema recogido en el escudo oficial de esta localidad gallega y que encuentran su origen en el siglo XIX. Lo cierto es que los tres primeros calificativos tienen que ver con la Reconquista de Vigo, es decir, con el momento histórico llevado a cabo en marzo de 1809 por el que se logró expulsar a los franceses de la ciudad y convertir a Vigo en la primera ciudad española liberada de las tropas enemigas. En el caso particular del último adjetivo, su origen resulta todavía más peculiar pues hace referencia a la recepción que los vigueses hicieron a los soldados heridos en la guerra de Cuba tan sólo un año después de haber sido fundada la Cruz Roja de Vigo.
El olivo centenario que bautizó a la ciudad
Como muchos ya conocen, la historia de Vigo se encuentra asociada a la de un olivo centenario, presente tanto en el escudo como el apodo más conocido de la ciudad. El árbol en cuestión se encuentra enmarcado en pleno Paseo de Alfonso XIII, aunque lo cierto es que dicho ejemplar de unos 200 años es en realidad un descendiente del verdadero olivo que convirtió al tronco en símbolo de la urbe. Para descubrir más en profundidad el relato detrás del sobrenombre del municipio es necesario remontarse al siglo XII y a la figura de los monjes de la Orden del Templo de Jersulalén (los templarios), los cuales tenían por costumbre plantar en los atrios de las iglesias un árbol de hoja perenne para simbolizar la vida eterna.
El primer lugar de Galicia donde se proyectó cine sonoro
Mucho antes de la llegada de Netflix y otras plataformas de streaming a nuestras vidas, hubo un tiempo dorado en el que la mayoría de los barrios de Vigo contaban con su propia sala de cine. Los cines Tamberlick fueron los primeros en aparecer en el mapa cultural de la ciudad Olívica, inaugurados en el año 1882, en una época en la que todavía eran conocidos bajo el nombre de Teatro Circo. De hecho, sería en el interior de este espacio donde tendría lugar la primera proyección cinematográfica de una sala viguesa, un 29 de abril de 1897 y con una de las piezas más famosas de los hermanos Lumière. Lo más curioso de todo es que estos cines también acogieron en su día la primera proyección en cine sonoro de Vigo y Galicia.
La primera pista de tenis de Galicia
En uno de los grandes pulmones verdes de la ciudad Olívica se oculta el origen del tenis en Vigo. Y es que el parque de Castrelos albergó en su interior una de las primeras pistas de Galicia, vinculanda directamente con la aristocracia inglesa y creada en este emblemático entorno a comienzos del siglo XX. La introducción de este deporte de raqueta en el territorio gallego tuvo mucho qu ever con las colonias británicas que existían en Galicia.l De hecho, el tenis empezó a practicarse en Vigo ya a finales del XIX por parte de los funcionarios extranjeros de El Cable Inglés. En el caso particular del campo de juego, su ideóloga fue Marianne de Whyte, usufructuaria de la finca y última residente del palacete vigués. La aristócrata en cuestión era una acérrima aficionada a este deporte y es por ello que entre 1906 y 1910 ordenó construir la cancha y unas pequeñas bancadas en la parte trasera de uno de los jardines.
El origen "altruista" del aeropuerto de Vigo
El aeropuerto de Peinador fue inaugurado en el año 1954, aunque sus orígenes se remontan a la Guerra Civil española. No obstante, lo más curioso de esta terminal gallega no tiene tanto que ver con la época de sus construcción sino más bien con su proceso. La constante falta de mano de obra de aquel entonces provocó que el Comandante Militar de Vigo ordenase a todos los hombres vigueses, y de los alrededores, de entre 20 y 50 años a trabajar de manera "altruísta" en la puesta a punto del aeropuerto. De hecho, estos ciudadanos estaban obligados a realizar dichas labores durante dos días al mes y en el caso de no hacerlo debían pagar 6 pesetas por cada jornada sin trabajar. Curiosamente, la comunicación de las calles cuyos hombres debían asistir a la obra era publicadas a diario en la prensa local.
El legado subterráneo de los túneles vigueses
Desde el centro urbano a los barrios periféricos, Vigo presume de ser una ciudad repleta de historia, cultura y patrimonio. Lo cierto es que la riqueza y el valor de la urbe no sólo se encuentra presente a simple vista sino que también las galerías subterráneas de la ciudad esconden cientos de secretos y misterios en sus pasadizos. Sin ir más lejos, a principios de este mismo año Vigo volvió a abrir las visitas guiadas a los pasadizos de la fortaleza de O Castro, convertidos hoy en día en un interesante espacio musealizado. Pero más allá de los túneles que discurren por los bajos de montes como el de A Guía y O Castro, en la ciudad también podemos encontrar otros ejemplos interesantes como el caso del túnel ferroviario oculto bajo la céntrica calle viguesa de Alfonso XIII. Dicho paso subterráneo se construyó a finales del siglo XX para comunicar la Estación de Urzáiz con el Muelle del Comercio. La línea en cuestión empezó a funcionar en 1898 y comenzó a circular por sus vía el conocido popularmente como el "tren del pescado que viajaba desde el Puerto de Vigo hacia la capital madrileña. Lo más curioso de todo es que el túnel llegó al olvido total y su historia no volvió a salir a la luz hasta que se toparon con la línea en 2007 durante unas obras de un subterráneo en García Barbón.
El hostal más antiguo de Vigo
Vigo es una de las ciudades que más visitantes recibe de toda Galicia, junto a otras como Santiago de Compostela o A Coruña. La historia del turismo en esta gran urbe gallega se remonta varias décadas atrás en el tiempo y el emblemático Hotel Águila era hasta hace sólo unos años el testimonio vivo de esos principios hoteleros. De hecho, este hostal del siglo XIX tenía el honor de ser uno de los alojamientos más antiguos de todo Vigo, si bien es cierto que en la actualidad su fachada e interior ya no conserva el semblante de esas épocas pasadas. El edifcio en cuestión hundía sus raíces en el año 1900, época en el que fue construido en pleno corazón de la ciudad por obra del arquitecto Jenaro de la Fuente Domínguez.
La Barroca, una fuente con mucha historia
Si bien no es la más antigua en creación de la ciudad, la conocida como fuente de la Barroca se ha convertido en el manantial monumental en activo más longevo de Vigo. Dicha fuente centenaria se encuentra emplazada en un rincón bastante solitario de la ciudad, junto a un lavadero público situado en uno de los laterales de la Rúa Poboadores. Aunque mucha gente piensa que el nombre de este curioso elemento del patrimonio vigués alude al conocido movimiento cultural y artístico del siglo XVII, la realidad es que su designio hace más bien referencia a un grupo de foráneos a los que el rey Juan II de Castilla compensó con pequeñas propiedades para venir a repoblar la entonces pequeña villa de Vigo allá por el siglo XV. Además, y a pesar de su valor histórico, cabe destacar que desde hace algunos años no se recomienda beber de las aguas de la Barroca.
El marco que sobrevive en pleno centro urbano
Son muchas las personas que transitan a diario por las calles y plazas ubicadas en los alrededores de la moderna iglesia parroquial de San José Obrero y Santa Rita sin percatarse de la importancia y singularidad de una pequeña mole de piedra situada justo enfrente de este templo vigués. Resulta que el rectángulo pétreo en cuestión constituye uno de los pocos marcos (denominado del Couto) que han logrado sobrevivir en el ámbito urbano de Galicia. En el caso particular del marco vigués, en el pasado había servido para delimitar territorialmente las parroquias de Sárdoma y Freixeiro. De hecho, en su superficie todavía pueden apreciarse las letras que referencian las lindes de ambos núcleos poblacionales.
El puerto pesquero más grande de Europa
Enmarcado en el corazón de las Rías Baixas, el puerto de Vigo se ha posicionado como uno de los más grandes y concurridos de toda Europa. Lo cierto es que la fama internacional de este puerto marítimo viene precedida por la importancia de su flota de pesca así como también por la industria conservera asociada. De hecho, la pesca del atún constituye una de las actividades más destacadas y su mercado de pescados abastece a prácticamente toda Europa. En cifras, el puerto de Vigo alcanza unas dimensiones colosales, con cerca de 800.000 toneladas al año (34.000 de pescado fresco y 513.000 de congelado) provenientes de todos los mares del mundo. Además, el embarcadero vigués es uno de los principales motores económicos de esta ciudad gallega, llegando a generar alrededor de 15.000 puestos de trabajo tanto en el propio municipio como en toda su área de influencia.