El proyecto de educación digital de la Xunta, E-Dixgal, se reeditará en el curso 2024/2025. La Dirección Xeral de Ordenación e Innovación Educativa publicó el pasado abril la orden para la presentación, por parte de las escuelas, de las solicitudes para sumarse al proyecto, que ya ha cumplido 14 años de existencia. El día 26 del pasado mes se cerró el plazo, aunque, tal y como indican desde el organismo autonómico, todavía no hay resolución de los centros participantes.

Desde el curso 2014/2015, el plan comprende una educación completamente digital para los cursos de 5º y 6º de Primaria y de 1º a 4º de Educación Secundaria Obligatoria. En el curso presente, es decir, 2023/2024, más de 60.000 estudiantes de 600 centros se sumaron a esta iniciativa.

Sin embargo, y tal y como explican desde Anpas Galegas, la renuncia de algunos centros a la hora de repetir modelo pone de manifiesto que existe "polémica" y disconformidad ante la falta de una hoja de ruta para el uso del libro digital, en particular, y ante la digitalización de las aulas, en general.

Una encuesta abierta

Precisamente, Anpas Galegas lanzó una encuesta abierta para conocer el punto de vista de los padres, madres o tutores legales del alumnado de los centros públicos gallegos con respecto a la introducción de las tecnologías digitales en la enseñanza y el papel de la escuela en el desarrollo de la competencia digital.

Se pretende, en definitiva, pedir opinión a los padres sobre cómo creen que deben integrarse los recursos tecnológicos en las aulas y cómo ven el uso que se le está dando a la plataforma E-Dixgal. Debido a la alta participación, el cuestionario se dejará activo hasta el próximo 20 de mayo. "Hai que revisar o que está pasando. Non son tantos os centros que se están dando de baixa, sen embargo, o que está claro é que hai polémica e que falta unha folla de ruta sobre a dixitalización. Se a hai non o sabemos", opina Isabel Calvete, presidenta de la Confederación de Anpas Galegas. "Existe moita desinformación e o proxecto está fallando", anota.

Peores resultados

El CEIP Rosalía de Castro de A Coruña y el IES Coruxo de Vigo fueron dos de los centros que decidieron darse de baja en el programa. Ambos permanecieron alrededor de cuatro años -el mínimo obligatorio una vez se entra en el plan- y, tal y como indicaron desde las respectivas direcciones, los resultados académicos del estudiantado, que no acompañaron, precipitaron la decisión de no repetir la experiencia.

Javier Rouco, director del centro coruñés, afirmó, no obstante, que la implementación del proyecto, así como los recursos facilitados por la Consellería fueron "impecables", pero el hecho de que los estudiantes no mejorasen sus resultados con el libro digital provocó la decisión de abandonarlo. "Comprobamos que favorecía o illamento do alumnado. Ao final o tempo de pantalla illa e consideramos que era moito mellor adicar máis tempo ao analóxico", relata Rouco, quien se muestra más proclive a que los colegios sean algo así como "un oasis tecnológico", pues considera que, incluso, esto es algo bueno para desempeñar, precisamente, esas competencias digitales.

"Co libro dixital o alumnado estaba disperso, xogaba… Hai moito que mellorar"

En la misma línea, en el IES Coruxo de Vigo se apagó para siempre el libro digital el pasado año. Fuentes de la dirección apreciaron "unha baixada do rendemento" entre el estudiantado: "Estaba disperso, xogaba…", precisan. "Non o vimos operativo e había poucas editoriais específicas. Ademais, os alumnos non eran capaces de seguir o fío dos temas. Hai moito que mellorar", anotan.

En el centro vigués consideran que el modelo ideal pasaría por un híbrido entre el papel, el libro digital, y el ordenador, que, a su juicio, "debe ser unha ferramenta e non un medio".

Posición de la Xunta

Está previsto que, en los próximos días, se publique el listado de los centros que continuarán en E-Dixgal, algo sobre lo que informará el organismo público. No obstante, la Xunta defiende que "o número dos que solicitan deixalo é unha minoría en relación aos 600 adheridos".

En contra de lo que precisaron desde los centros de enseñanza que abandonaron el proyecto -aseguraron que el aprendizaje se realizaba tan solo con el libro digital-, la Xunta argumentó su apuesta por "un modelo híbrido e con sentidiño onde poder usar dispositivos dixitais, pero tamén papel e lapis". También califica este mecanismo como "ferramenta" de aprendizaje, algo que reclaman las voces más críticas: "O libro dixital está artellado como ferramenta de aprendizaxe complementaria ao emprego de libros en papel e lectura, pero non os exclúe".

Por último, desde el organismo autonómico defienden que el uso de la tecnología en los centros "evita unha fenda tecnolóxica" entre las zonas rurales y urbanas o en función de la situación socioeconómica de los estudiantes, que, a veces, no tienen estos dispositivos en sus hogares.

Del mismo modo, la Consellería de Educación insiste en que la competencia digital es "clave" y se encuentra recogida en los planes educativos de la UE.