La exposición "El Tragaluz Democrático", organizada por el Ministerio de la Presidencia en la sala La Arquería, en Madrid, e inaugurada este viernes, cuenta entre sus piezas con un grafito cedido por el Monasterio de Oia.

Se trata de uno de los que formaba parte de las paredes del cenobio cisterciense, donde algunos de los presos republicanos que lo habitaron cuando fue usado como cárcel entre los años 1937 y 1939 escribían sus "realidades y sus sueños". En ese periodo de dos años durante la Guerra Civil, el Monasterio recibió a más de 5.000 presos, que llegaban desde el norte de España, principalmente asturianos, cántabros y vascos en los primeros años y catalanes, valencianos y mallorquines en los últimos meses del conflicto.

La exposición consiste en una revisión crítica de las relaciones entre política, violencia y memoria democrática a lo largo de la historia contemporánea española y recoge su nombre, Tragaluz, como homenaje a la obra que estrenó Antonio Buero Vallejo en 1967.

El grafito estará en Madrid hasta el 23 de julio, cuando finaliza la muestra en la sala ubicada en Nuevos Ministerios;