El balonmano gallego planta cara a la violencia: se jugará sin público hasta el 18 de enero

El balonmano gallego planta cara a la violencia: se jugará sin público hasta el 18 de enero Shutterstock

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El balonmano gallego planta cara a la violencia: se jugará sin público hasta el 18 de enero

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Los partidos de balonmano en Galicia se jugarán sin público hasta el 18 de enero. Esta ha sido la decisión que ha tomado la Federación Galega de Balonmán, acordada con clubs y colectivo arbitral, tras la agresión del padre de una jugadora al abuelo de un árbitro durante un partido de cadete femenino en Sanxenxo este pasado fin de semana.

"No queremos que la seguridad en nuestro deporte sea un problema; no queremos que se normalicen los insultos; las protestas o las agresiones; no queremos que nadie tenga que exponer su integridad física para evitar sucesos tan preocupantes como el ocurrido; no queremos tener que educar a personas adultas; no queremos tener que exigir sentido común y respeto. Tan solo buscamos la formación y disfrute de nuestros federados y federadas, y de todas esa gente que acude a los pabellones consciente de que somos el ejemplo a seguir para nuestra juventud", afirma la Federación en un comunicado.

Varios clubes gallegos de categoría nacional han mostrado su apoyo a esta iniciativa que tiene como objetivo sensibilizar a toda la masa social de "la responsabilidad conjunta" y de la "importancia de actuar en bloque contra una lacra que ha aumentado de manera preocupante en los últimos años", añade.

Con esta decisión, se trata de "provocar una reacción en las instituciones competentes para que se cree un reglamento contundente" que ampare a todos los estamentos del balonmano ante situaciones "tan preocupantes y peligrosas" como la que se vivió el domingo en Sanxenxo.

Desde la Federación también se solicita el apoyo de todo el balonmano nacional, instituciones y aficionados para que este suceso "no quede en el olvido" y suponga "el cambio tan necesario que todos" desean para este deporte.

Este lunes, la Comisión Galega de Control da Violencia acordó abrir un expediente sancionador contra al agresor por "infracción muy grave". En concreto, la apertura de este expediente podrá llegar a suponer al presunto agresor una multa de entre 60.001 y 650.000 euros y la realización de trabajos sociales en el ámbito deportivo. Además, como medida cautelar tendrá prohibida la entrada a cualquier recinto deportivo.