El Chachismo ha cambiado de género con el nuevo año. Si el equipo de diciembre parecía una película de superhéroes, este 2021 el Celta se ha convertido en una peli de tarde: sin acción, de final previsible y con los mismos errores una y otra vez. Los celestes rascaron un punto en un partido tosco contra el Eibar después de seguir el mismo guion que les hizo caer en Sevilla el miércoles por la mínima.
Coudet daba entrada en el once a Fran Beltrán por el sancionado Denis como enganche y mantenía la confianza en Emre Mor. Además, Lucas Olaza regresaba tras los rumores que lo sitúan fuera del club este mismo enero, mientras que Aspas se caía de la convocatoria al no estar plenamente recuperado aún.
Al comienzo del partido sería de nuevo Emre Mor el mayor generador de peligro, y de sus pies nacería el primer gol con una apertura a banda para Hugo Mallo. El capitán centraría al área y pese al fallo de Mina al intentar el taconazo de vuelta, un mal despeje de Bigas le sirivió a Brais Méndez para gambetear en el área y definir a placer. El mosense volvió a demostrar su buena llegada al sumar su cuarto tanto en Liga esta temporada.
Antes del cuarto de hora, Nolito demostraría su buena conexión con Olaza con un gran centro desde la banda, que el argentino remataría al palo izquierdo de Dimitrovic de primeras calcando el comienzo vivido cuatro días atrás. El lateral demostró iniciativa y compromiso a partes iguales en un partido donde todos los focos estaban en él mientras Celta y Boca Junios renegocian su situación.
El Plan B: una defensa más seria que ante el Villarreal y patadón arriba
A partir de ahí, el Eibar invertiría el sentido del partido comenzando a rondar el área de Rubén, quien resistió las primeras llegadas con eficiencia. El plan B de Coudet se activaba y el Celta pasaba a defender el resultado jugando con balones largos. Rafa Soares y Quique García tendrían las ocasiones más peligrosas
Antes del descanso llegarían los primeros síntomas del aumento de temperatura del encuentro, con dos acciones de Santi Mina y Rubén Blanco en las que ambos requirieron de asistencia médica pero que ni siquiera acarrearon una amonestación. También Mor sufriría varias entradas durante el primer tiempo.
Sin timón y con la misma grieta en defensa que los partidos anteriores
Tras el descanso, el Chacho sorprendía un cambio de turco por turco, entrando Okay Yokuslu por Emre Mor. Al término del partido desvelaría que el extremo se encontraba vomitando en el vestuario por un problema estomacal. Okay intentaría llevar la batuta del partido, moviéndose sin criterio por todo el campo y ralentizando el juego.
Precisamente en un error del internacional turco llegaría el empate visitante. En el minuto 53 y tras el enésimo fallo en la salida de balón, el Eibar robaba en la frontal del área y pese al intento de despeje de Tapia, Muto asistía a Bryan Gil para que definiera con una gran volea. Okay vería además una tarjeta amarilla por la entrada a destiempo en el inicio de la jugada.
El Celta pasaría a depender de los arreones de sus laterales, mientras Santi Mina seguía enfrascado en su pelea con los centrales azulgranas. Hugo Mallo de cabeza y sobre todo, Brais Méndez de nuevo en el área pequeña se toparon con un gran Dimitrovic, portero de moda tras su gol de penalti ante el Atlético. El centrocampista internacional volvería a colarse con un gran pase filtrado de Nolito, pero esta vez se relajaría demasiado a la hora de rematar.
Más palos que fútbol en la última media hora
González Fuertes, de infausto recuerdo para el celtismo por actuaciones como la de Getafe en 2019, dirigió el partido con escaso criterio y acierto. La segunda parte se convirtió en una batalla de ida y vuelta con manotazos, patadas a destiempo y reproches entre ambos equipos, en las que el listón para amonestar a los locales estaba claramente más bajo.
Con tan solo dos minutos de tiempo añadido y el conjunto armero dando por bueno el empate habría tiempo para una última ocasión. Olaza lanzó una falta desde el mediocampo y tras el cabeceo de Okay en el borde del área, Brais Méndez remataría al muñeco tras un gran control. El de Mos reconocería el acierto de Dimitrovic al término del partido recordando que los porteros "también juegan". En sus palabras, el partido transcurrió según lo previsto con una primera parte muy seria, pero cree que el error en la salida de balón hay que corregirlo "a toda costa" al costar varios puntos en las últimas jornadas. El Celta arranca la segunda vuelta