Extraordinario esfuerzo para un botín agridulce. El Celta rescató un punto del Wanda Metropolitano en un partido que dominó durante toda la primera parte hasta que Luis Suárez en dos acciones milimétricas demostró por qué el Atleti es líder en solitario. Al filo del minuto 90, Solari y Ferreyra marcaban la diferencia para empatar con un gol que supone una inyección moral.

Finalmente se jugaría el último partido de esta jornada 22 en Madrid pese a los positivos en coronavirus de Lemar y Herrera confirmados esta tarde. El Celta se plantaba con su once de gala actual, recuperando a Denis Suárez; mientras que el Atlético se tenía que reinventar con un 5-3-2 para prolongar su brutal racha de 9 victorias seguidas.

Comenzaba el Celta muy incisivo desde los laterales como viene siendo habitual, con Aspas y Nolito a punto de sorprender a Oblak en la primera llegada. Los vigueses ejercían una presión altísima y pese a la tempranera amarilla a Tapia, no tardarían en encontrar premio a su esfuerzo.

En una jugada ya clásica del equipo de Coudet, Brais Méndez conducía hasta la frontal del área mientras Hugo Mallo le acompañaba hasta la línea de fondo. El capitán, de nuevo con una gran actuación, lograba enviar un preciso centro a Santi Mina, quien cabeceaba solo en el área pequeña. Poco pudo hacer Jan Oblak, que al igual que Rubén Blanco, no realizó ni una sola parada en todo el partido.

El Celta gozaría de los mejores minutos de los últimos dos meses durante la siguiente media hora. El equipo celeste se encontraba cómodo en ataque, generando superioridades ante el cerrojazo de Simeone. A su vez, la defensa volvió a demostrar su clara mejoría vista en Granada, despejando las acciones de peligro rival con contundencia. Solamente Aaron Martín, aún por acoplar al equipo, sufrió serios problemas.

Luis Suárez demostró por qué es Pichichi pese a las dudas con el VAR

Cuando el partido parecía encaminado ya hacia el descanso, el Atlético aprovechaba su primera acción de peligro para igualar el partido antes del descanso. Correa imitaba la acción del tanto celeste en el área contraria con una apertura a Llorente, reconvertido en lateral, quien puso el balón en el lugar preciso para Luis Suárez. El gol tuvo que ser revisado en el VAR antes de ser confirmado, suponiendo un jarro de agua fría para un Celta que dominó completamente en los 44 minutos anteriores.

Simeone sentaba en el segundo tiempo a Felipe ante el inminente riesgo de expulsión y el partido se les volvía a poner de cara. A los cinco minutos, Kondogbia lanzaba un pase diagonal hacia Lodi desde el mediocampo que el brasileño enviaba de primeras a Luis Suárez al área pequeña. El uruguayo suma ya 16 goles con solo 20 tiros a puerta con los colchoneros, demostrando por qué es pichichi del líder en solitario de la competición.

De nuevo hubo numerosas quejas al árbitro sobre una posible posición adelanta de Renan Lodi, si bien no se llegó a mostrar una repetición clara de la acción. En caso de que el atacante rojiblanco estuviera en fuera de juego, este sería por una distancia milimétrica y Cuadra Fernández decidió no revisarlo.

Cuarenta minutos remando a contracorriente

En ese momento el partido se ponía muy difícil para el Celta, ya que el conjunto de Simeone por fin se encontraba más cómodo en defensa y lograba frenar cualquier atisbo de peligro. Espectacular fue la labor de Kondogbia en la medular, robando hasta 19 balones. Su homólogo, Renato Tapia, sería el más destacado entre los celestes. Tampoco ayudaría la actuación arbitral, ya que tras la polémica con los dos goles locales no fueron pocos los saques de esquina en ambas porterías que fueron motivo de protesta.

En el minuto 68 Augusto Solari sustituía a un Nolito que sigue encadenando partidos donde resta más de lo que suma, aunque el Celta seguía sin dar con la tecla adecuada en ataque pese a contar con la posición. Tampoco parecía ayudar la entrada del debutante Ferreyra por Mina a 15 minutos del final.

Parecía más cercano el tercer tanto colchonero, especialmente tras un disparo lejano de Giménez en el 81, cuando se obró el milagro. Iago Aspas conectaba por fin con sus compañeros a través de un pase filtrado a Solari, quien asistía a un Chuky Ferreyra que se reencontraba con el gol con más fe que técnica de remate. Era el minuto 89 y el Celta veía recompensado su titánico esfuerzo en el primer tiempo con un empate que si bien deja un sabor agridulce como bien reconoció Santi Mina, demuestra que el equipo sigue una tendencia positiva.

No hay que olvidar que el Atlético había sumado 50 de 57 puntos posibles hasta la fecha, con un ritmo inalcanzable ahora mismo para cualquier otro equipo. Ahora, los muchachos de Coudet afrontarán una importante reválida este viernes contra el Elche en casa para demostrar ese crecimiento, logrando el que sería su primer triunfo del 2021.