En cada partido, un punto a destacar. El RC Celta confirma su tendencia positiva y se anota otra fortaleza tras su choque ante el Elche, al lograr reducir su dependencia sobre la efectividad de Iago Aspas de cara al gol. El doblete de Santi Mina y el gol de Brais Méndez confirman una idea que ha calado desde la llegada de Coudet: cada vez más jugadores tienen la pólvora a punto para romper el marcador.
Denominación de Origen Rías Baixas
Pese a que en los últimos años A Madroa se ha caracterizado por generar especialmente porteros, defensas o mediocentros de calidad, exportándolos incluso a otras ligas, esta extraña temporada su producción ofensiva ha sido notable.
De los 29 goles celestes en los 23 partidos ligueros, el 72’41% han sido anotados por futbolistas de la provincia de Pontevedra. Esta cifra duplica a casos como los del Athletic y Real Sociedad con Vizcaya y Guipúzcoa, respectivamente, y que suelen tener a sus canteras como modelo de éxito.
Las buenas cifras de Brais Méndez (5 goles) o el resurgir de Santi Mina acompañan a Hugo Mallo y Sergio Carreira con la nota exótica en este ránking, más allá del liderazgo indiscutible de Aspas. Solamente los andaluces Miguel Baeza y Nolito logran romper la hegemonía de las Rías Baixas.
A las puertas de un récord único
La supremacía del producto nacional en la línea ofensiva generó una situación difícilmente inimaginable en el fútbol actual. Hasta el partido del lunes ante el Atlético, todos los goles ligueros del Celta eran obra de futbolistas españoles, una situación solamente repetida por el Athletic Club por su política de fichajes.
La última ocasión que el Celta vivió algo similar fue en la temporada 1982/83, cuando el argentino Rubén Fernández anotó el único gol no español en la jornada 31. Ni Emre Mor en ataque, ni Renato Tapia u Okay Yokuslu, ni ninguno de los defensas extranjeros habían conseguido hasta el momento romper el hito, hasta el gol de Ferreyra en el 89 en el Wanda Metropolitano.
Reducir la concentración sobre Aspas sin infrautilizarlo
En vista de todos estos datos, destaca la pérdida de influencia del "10" celeste sobre los resultados del equipo. Si bien la importancia de Iago Aspas sobre el juego del equipo ha quedado patente una vez más, su impacto final en las estadísticas es menor.
Esto influirá en la lucha del moañés por el que sería su cuarto Trofeo Zarra, así como la clasificación de asistencias. En el premio al goleador nacional ocupa el tercer escalón, a tres goles de Gerard Moreno, aunque Santi Mina insistía en que los tantos "seguían siendo cosa del diez". Y es que nadie puede negar su import