El Celta afronta con decisión la visita a Mestalla de este sábado, consciente de la necesidad de ganar de los locales al verse por debajo en la clasificación. La visita al feudo valencianista provocará varios reencuentros y pondrá de nuevo en juicio algunas decisiones deportivas que han marcado a ambos clubes en las últimas temporadas.
Y es que Valencia y Celta comparten un largo historial de operaciones, destacando las ventas de Mazinho, Karpin o Juan Sánchez en el EuroCelta o la cesión de David Silva a comienzos de siglo. También Daniel Wass se marcharía gratis a orillas del Turia en 2018, pero el último cambio de cromos llegó el verano siguiente.
Una operación compleja y con la vista en el futuro
Tras muchos años como uno de los grandes sueños del presidente Mouriño, el club vigués lograba repatriar a Denis Suárez el 30 de junio por una cifra récord de casi 13 millones de euros fijos más tres en variables. Se iniciaba la conocida como Operación Retorno, que culminaría con los regresos de Pape Cheikh y Rafinha en septiembre, y que pretendía construir el nuevo Celta sobre jugadores que en algún momento marcharon de Vigo buscando un salto económico y deportivo.
La operación con el Valencia se demoró durante varios días, con burlas incluso de la prensa che. Finalmente, el Celta se desprendía de su última perla a cambio de un delantero consolidado en Primera, 15 millones de euros y la cesión por dos temporadas del prometedor Jorge Saénz. Mouriño y Miñambres sonreían ante una operación económica y deportivamente sobresaliente, al menos de inicio.
El uruguayo batió récords en su llegada a Vigo
Uno de los nombres más añorados en el celtismo el último año y medio -junto con el omnipresente Berizzo- es el de Maxi Gómez. El Ternero de Paysandú despuntó con la celeste en Vigo y lograría debutar con la de Uruguay en solo dos meses, llegando a jugar el Mundial de Rusia en 2018. Pese a la brutal competencia con Luis Suárez, Cavani o Stuani, muchos ojos se empezaron a fijar en uno de los delanteros más prometedores de Europa
En solo dos ligas logró situarse como el tercer máximo goleador del Celta en el S.XXI, solo por detrás de Iago Aspas y Nolito. En 75 partidos participó en 41 goles, logrando un brutal cambio físico y demostrando un olfato goleador innato. Sin embargo, sus cifras en la capital valenciana se han visto frenadas por la enorme crisis deportiva e institucional del club, aunque logran unos meritorios 15 goles en 63 partidos.
El lento despertar de Santi Mina
El regreso del delantero vigués disparó las expectativas sobre su rendimiento. Lo cierto es que en el primer tramo de la temporada hasta el Toro Fernández lograba hacerle competencia y no ha sido hasta la llegada de Coudet cuando ha demostrado toda su calidad. Sus cinco goles en Liga igualan los conseguidos esta temporada por Maxi, pero su estado de forma es mejor.
Atrás quedan episodios como su marcha a Valencia en 2015, en la que aseguró que "no dudó un segundo en coger el avión". Su representante, el poderoso Jorge Mendes, había recibido ofertas de hasta 42 millones por un futbolista llamado a hacer caja en todos los equipos por los que pasara. Mina parece ahora asentado en su ciudad, y aunque él asegura que "los goles siguen siendo cosa del 10", es el único capaz de coger el testigo de Iago Aspas.
El lunar Jorge Saénz y una progresión frenada
Hasta la fecha, el único pero que se le puede poner por parte de los dos clubes al trueque es el relativo a Jorge Saénz. El defensor tinerfeño apenas ha contado para los tres entrenadores que pasaron por Vigo en el último año y medio, jugando solamente 240 minutos en el último año. El pasado enero el club llegaría a apartarlo de los entrenamientos.
Tras cinco temporadas en ascenso con el Tenerife, sus buenos números en la 2018/19 le llevaban a debutar con la selección española sub-21 y ser fichado por el Valencia en febrero para el curso siguiente. Sin embargo, no llegaría a debutar con dicho equipo y no ha estado dispuesto a rebajar sus aspiraciones para reimpulsar su carrera. Un cúmulo de errores propios y ajenos que podría marcar su carrera para siempre.