Sen tempo non era. El entorno del estadio de Balaídos se prepara ya para su próxima gran actuación, casi tres años después de acabar la acometida en la grada de Río. El Concello de Vigo prohibía el aparcamiento en la explanada que hay entre la grada de Marcador y la Rúa Val Miñor desde este lunes, aunque aún tardaremos un poco más en ver "piqueta" sobre la curva mágica de Balaídos.
Esta última demora se debe al proceso de adjudicación de la vigilancia de la obra, cuyo plazo de alegaciones finalizaba en marzo. El consistorio ha esperado a tener todos los requisitos legales necesarios para cometer una reforma que en enero de 2019 fijaba para es mismo verano. Con el paso de los meses, su comienzo se iba posponiendo sin ningún movimiento ni publicación que confirmara esos nuevos plazos.
Una actuación que en palabras del regidor cumple criterios "de seguridad y estéticos". El acercamiento de los fondos ha sido una de las obras más demandadas en todo el fútbol español los últimos años, en un proceso que se ha imitado en Riazor, Anoeta o Son Moix. Además, la caída de cascotes de la vetusta estructura de los años 70 suponía un riesgo para los miles de aficionados que acudían a la grada más popular del estadio.
La nueva grada de Marcador
La nueva grada de Marcador contará con 6.418 butacas: 2.791 en marcador alto y 3.977 en marcador bajo. En cuanto a la iluminación, se demolerán las torres exteriores actuales y se redistribuirán los 60 focos existentes en las zonas nuevas disponibles.
También se derrumbará la cubierta de la grada para construir una nueva, se adaptarán los espacios interiores destinados a la circulación, aseos, usos propios del estadio, de las instalaciones y de la zona comercial. En el subsuelo, se ejecutará un semisótano a 5 metros; en los accesos a través de la zona porticada, se incluyen escaleras y ocho ascensores y se llevarán a cabo actuaciones en las plantas baja, primera, segunda, tercera y cuarta.
Además, la obra incluye el cambio de butacas en Río Bajo donde, tal y como se acordó con las peñas del Celta, será retirada una de cada cinco filas de la grada, ganando entre 15 y 18 centímetros entre cada fila de butacas, ofreciendo mayor comodidad
La pandemia fue aprovechada por casi todos los equipos de La Liga
El comienzo de las obras de demolición de la vieja grada de Marcador llega cuando se especula con más fuerza sobre el regreso de público a los estadios antes del final de temporada. En este año en el que todos los partidos se han disputado a puerta cerrada, clubes y administraciones vieron la ocasión perfecta para poder realizar estas molestas obras.
El caso más significativo es el de Real Madrid con la ambiciosa reforma del Santiago Bernabéu, llegando a celebrar el título de Liga en el Alfredo di Stefano de Valdedebas. Pero también el Levante -con desplazamientos a La Nucía y El Madrigal- o el Osasuna han aprovechado estos meses para renovar las cubiertas e incluso construir nuevos graderíos.