La Real Sociedad levantaba anoche la Copa del Rey tras una final vasca sin público ni emoción en lo que a juego se refiere, pero de mucho valor para su aficionados. En medio de los fastos, los aficionados celestes volvían a entonar el "Algún día" mientras felicitaban a los txuri-urdines.
Y es que en la última década ambos equipos han compartido un resurgir basado en la cantera y el buen fútbol, aunque en el caso donostiarra haya llegado antes a buen puerto. Estos son los puntos en común que cualquier celtista recordó ayer mientras veía a Illarramendi levantar el trofeo.
La Cartuja, 20 años después
Han pasado dos decenios desde aquella calurosa tarde de junio en Sevilla. Desde entonces, Madrid, Barcelona y Valencia centraron las finales como había sido habitual históricamente, pero el torneo diseñado por la RFEF de Luis Rubiales ha definido al Estadio Olímpico de La Cartuja como sede de las cuatro próximas ediciones.
Mostovoi llora tras recoger su medalla de subcampeón en La Cartuja en 2001
En el césped hispalense lloró desconsolado Alexander Mostovoi un 30 de junio de 2001, después de tirar del carro como nadie y abrir el marcador al comienzo del partido. Aquel Celta, que venía de ser el mejor equipo del mundo en febrero, tiró una Copa que daban por ganada mientras algunos jugadores discutían las posibles primas y miles de vigueses se creían como el Zaragoza les había vuelto a arrebatar un título.
La última Liga disputada por todos
Aunque el último título de la Real Sociedad era una Copa del Rey en 1987, a punto estuvieron de cantar el alirón hace 18 años. Pese al desplazamiento de 6.000 aficionados txuriurdines a Balaídos, el Celta lograba una histórica clasificación a la Champions League y bajaban del primer puesto al equipo visitante.
Aquela tarde, un inspirado Mido pasaba a la historia celeste mientras el Real Madrid de los Galácticos cumplía con sus deberes. Finalmente, el conjunto blanco se alzaba campeón con dos puntos de ventaja sobre la Real de Kovacevic, Karpin y Xabi Alonso; mientras Depor y Celta ocupaban las otras dos plazas a la máxima competición europea.
David Silva, corazón celeste
Uno de los baremos más habituales a la hora de elegir "con quién ir" es contar el número de ex-jugadores de tu equipo entre los participantes. En este caso, solamente se puede enumerar a David Silva en la Real Sociedad. El jugador canario regresó este año a La Liga después de convertirse en una leyenda del Manchester City, por lo que no se puede discutir su vinculación con el celeste más allá de aquella mágica campaña 2005-06 con Fernando Vázquez.
Cabe destacar que en 2013 en la famosa permanencia del 4’01%, algunos aficionados celestes lanzaban una camiseta con el lema "Donosti, Vigo te ama" después de que Griezmann marcara en Riazor y posibilitara la carambola en la última jornada.