Segunda jornada de descanso de la Eurocopa 2020 antes del arranque de las eliminatorias. Y aunque el celtismo sigue con cierta desidia el torneo continental por las decisiones de Luis Enrique y una España que no acaba de convencer, hay caras conocidas entre los más de 550 jugadores presentes.
Es el caso de Mathias Jensen y Daniel Wass con Dinamarca, los únicos que siguen en el trofeo. Mañana en Ámsterdam buscarán superar a la Gales de Gareth Bale para alcanzar el top-8 continental, una ronda a la que solamente han llegado una vez en los últimos 30 años.
Por otra parte, Lobotka con Eslovaquia y Okay con Turquía se llevan la cruz con dos eliminaciones decepcionantes y sin brillo de ninguno de los dos.
El milagro danés
Como si de un cuento de hadas se tratase -aunque aún lejos del protagonizado en el verano del 92- la selección danesa ha reencontrado el camino.
Tras un debut en casa y con un derbi ante Finlandia, pero marcado por el desvanecimiento de su estrella Cristian Eriksen, los daneses caerían por la mínima ante la favorita Bélgica (1-2) y se desquitarían ante Rusia (4-1) para entrar como segunda clasificada de grupo.
Papel importante fue el de Daniel Wass, uno de los mejores jugadores del Celta de Berizzo y aún en forma a sus 32 años. El mediocentro ha regresado a las líneas de ataque tras desempeñarse como lateral derecho en el Valencia y ha jugado como titular los tres encuentros, llegando a los 75 minutos, 62 y 60 respectivamente. Ante Rusia recibiría descanso tras el 2-0 definitivo que encarrilaba el pase a octavos.
Menos recordado es el paso de Mathias Jensen, uno de los fiascos deportivos de la temporada 2018/19. Las lesiones no le permitieron desplegar todo su fútbol en Vigo -6 partidos y 230 minutos- aunque ahora lidera al Brentford que ascendió a la Premier.
En el choque ante los fineses tuvo la difícil papeleta de sustituir a su compañero Eriksen en la reanudación. Ante Bélgica jugaría 18 minutos en sustitución de Delany y en Rusia, cuatro minutos de honor con todo ya decidido.
Lobotka continúa su declive
La venta más clara de la historia del Celta sigue sin reencontrarse con su mejor versión. Poco queda de aquel jugador que el Celta traspasó al Napolés por casi 25 millones de euros hace año y medio. A un papel secundario con el club italiano hay que sumarle una muy discreta Eurocopa con su selección, su refugio tradicional.
El eslovaco no llegaría a jugar ni un minuto en los dos primeros partidos ante Polonia (con victoria 1-2) y Suecia (derrota 1-0). Y en el decisivo choque ante España, entraría justo tras el descanso por Hromada cuando el partido ya iba 2-0. Su labor no pudo evitar el naufragio de su selección, cayendo por una manita y despidiéndose de sus opciones de entrar como uno de los mejores terceros clasificados.
La Turquía de Okay, última clasificada
Quien tampoco continuará en el trofeo es Okay Yokuslu. El pivote, que se encuentra en un limbo entre jugador del Celta y exjugador -fue convocado tras su cesión en el West Brom y como jugador de tal equipo figura- formó parte de la Turquía que se consolida como mayor decepción.
Sus cero puntos y solamente un gol a favor situaron a los otomanos como la peor selección del torneo, incluso por detrás de la debutante Macedonia del Norte; un país con la población de Galicia. Quién sabe si una selección gallega hubiera hecho un mejor papel.